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Me quiere

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Me quiere.

No me quiere.

Me quiere.

No me quiere.

Me quiere.

-Me quiere.
El último pétalo de la flor cayó al suelo.

-Acabas de hacer trampa.

-No cuenta, era práctica.

David dejó a un lado su maqueta. Había tenido una oportunidad más para obtener una calificación más alta y por suerte la maestra había estado de muy buen humor aquel día como para calificarlo y darle un punto extra por su diseño.

-Pero da igual, ¿Quién te quiere? O ¿También era de práctica?

Si, David estaba de muy buen humor aquel día como para permitir que alguien lo molestara y le arruinara su felicidad. Talvez, era él quien estaba molesto consigo mismo ahora, por la persona que tenía mirándolo fijamente.

-¿Qué estás haciendo aquí? Creí que después de los partidos irías con JiHoon a dar vueltas o a algún cine.

-En realidad prefiero las peleas de gallo.

-No creo que JiHoon quiera ir a un palenque.
Kuanlin sonrió, David podía ser unos años menor que él pero actuaba muy maduro, al menos con él y en una situación como esta.

-Si, tienes razón. Yo soy el adicto a las apuestas.

-Creí haberte dicho que dejaras eso... no siempre podrás ganar y tener a la suerte a tu lado, no es apropiado, ni bueno que gastes tu dinero en lugares como esos. Hay personas y pueden hacerte daño. - Mientras hablaba movía los brazos con exageración, una clara evidencia de que estaba nervioso además de su cabeza gacha.

Cuando eran más jóvenes, Kuanlin había tenido que acudir a uno de esos lugares por primera vez. A su padre se le había ocurrido que podía apostar su anillo de bodas cuando se quedó sin efectivo y la noticia se esparció tan rápido que un hombre llegó a golpear la puerta de su hogar.
Su madre no quiso entrometerse por miedo a salir lastimada, así que Kuanlin como hijo único tuvo que enfrentarlo.

Esa fue la primera vez que su padre perdió una apuesta, pero fue la primera noche en la que su hijo ganó una, así que su tristeza se convirtió en orgullo y pronto ambos frecuentaron esos lugares. Hasta que JiHoon apareció y declaró que las apuestas no eran seguras, eso y que su padre descubrió que era homosexual.
Kuanlin volvió ahí solo para desquitarse consigo mismo y beber alcohol, aunque el grupo de fútbol ya no le permitía hacerlo con tanta frecuencia como antes.

-¿Por qué siento que te preocupas por mí?

-¡Porque lo hago! Me preocupo por ti porque sé cómo funciona la suerte. Son matemáticas aunque me niegue a reconocer que sea así y no son estadísticamente buenas cuando de por medio está el alcohol.

Goodbye: Under the sky |TaeKook•KookV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora