Ivy
Cuando llegó arriba, puedo ver con mayor claridad su expresión. Su seriedad también es causa del evidente cansancio producido por todo el ajetreo del día. Las grabaciones y el incidente.
-¿Estás bien?-pregunta en cuanto levanta la mirada al escucharme subir.
Noto que sus ojos están fijos en un lugar a mi lado. Giro la cabeza de forma disimulada, pero es cuando me doy cuenta, que en todo tiene ensarta su mirada es en la herida que me llega de la mitad de mi bicep derecho hasta después de mi codo. Pensé que no era tan larga pero cuando me la revise a consciencia me di cuenta que si, además que cuando la adrenalina se me bajó, sentí el fuerte ardor en mi piel. Superficial pero luego esas son las que más molestias dan.
Traigo uno de mis vestidos para el Verano. Yo ni siquiera soy de usar vestidos, pero aquí me he acostumbrado a usarlos.
-Si, no es nada.
Respira. Larga y profundamente. Se queda un buen rato analizando la herida. Me hace creer que si la mira por mucho tiempo, puede que desaparezca mágicamente.
-Ivy hay algo que...
-No-lo corto rotundamente.
Si voy a tener un último acto de irreverencia entonces que sea este.
-Ya sé lo que vas a decirme, y entiendo totalmente el porque has decidido finalmente despedirme. Aún cuando antes dijiste que estarías loco si me dejaras ir, que no lo habías pensado y que si lo hiciera irías detrás de mi las veces que sean necesarias, sé que aunque cuando lo dijiste fue verdad, no te culparía ni un poco si ahora has cambiado de opinión. Me he comportado de una forma...-<<No llores, carajo>>-De una forma que no es un buen ejemplo para las niñas. Probablemente te he avergonzado frente a todos en la producción, y te he causado muchos problemas. Se que he sido una horrible niñera, pero...de verdad que no quiero que las niñas se queden con una mala imagen de mi. Ni tampoco tú.
De acuerdo, adiós a mi intento de no llorar.
-Me diste la confianza, y aunque fuiste tú quien me propuso a mi quedarme, al día de hoy se que no quiero irme. Te repito, entiendo que quieras despedirme, pero si me dejas...
-No, Ivy-Ahora es él quien me interrumpe rotundamente.
Se me escapa un sollozo. Vuelvo a apretar los labios pero esta vez me cuesta un poco cuando la boca me tiembla queriendo contener el llanto.
Ya sé que llorar no es símbolo de debilidad, pero si es símbolo de sentir que todo te está sobrepasando. No soy alguien que disfrute de controlar cada cosa que pasa en su vida, pero si soy alguien que cuando pasa algo y sé que fue en parte mi culpa, o fue mi culpa totalmente, vivir con esa carga me es tan asfixiante.
-Sé que debí haberla encontrado antes. No dejar que se bajará del auto...-me limpio la nariz con el dorso de mi mano-Solo de pensar qué hubiera pasado si yo no llegaba...
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LOCURA DE AMOR EN LOS HAMPTONS (Libro 2 de la serie "Locos de Amor")
RomanceIvy siempre se ha caracterizado por ser la defensora y protectora de todo aquel que lo necesite, pero tal vez también ser tan impulsiva, y no reflexionar el tomar un trabajo de niñera de la nada, puede llevarla a que su crisis de los casi 30 tenga m...