No podía con tanta felicidad acumulada de todos estos días, es como... un sueño, uno muy lindo.
¡Mauro, me pidió matrimonio! El anillo es hermoso, tenía la inicial de Mauro, no puedo creer que me voy a casar con el amor de mi vida.
La felicidad que siento no me la saca nada ni nadie.
(...)
Paseaba por la casa de los chicos entretenida en mi celular, me detuve en la cocina a tomar un poco de agua, termine la acción y tome rumbo al jardín, iba a sentarme en una de las sillas que había hasta que escuche voces en el pequeño cuarto de grabación que tenemos ahí, escuche la voz de Mauro así que fui a ver.
Iba a entrar hasta que escuché otra voz que hace tiempo no escuchaba, por lo menos no en la casa.
-¿En serio?, seguirás mintiéndole, ¡mintiéndote!-
¿De que habla?
-No le estoy mintiendo, Fiorella, yo la amo, ¡sí, yo la amo!-
-¿Por qué te mentís? Le diste el anillo que era para mí, Mauro, que era nuestro.-
¿Su anillo?
-No digas boludeces fiorella--
-¿Boludeces?, vos sabes que no son boludeces mias mauro-
-Vos te fuiste, me dejaste solo-
-Pero ya estoy acá, mi amor, ya volví, nunca te voy a dejar solo-
-Ya lo hiciste, Fiorella, no lo hagas difícil, por favor-
-Mauro, yo te amo, nunca dejé de amarte.-
-Pero si pudiste dejarme fiorella-
-No quería hacerlo, Mauro, vos lo sabes.-
-Lo nuestro ya no puede ser, Fiorella, por más que yo te siga amando, esto no funciona.-
Y fue en ese preciso momento en donde toda la felicidad que tenía se fue.
-No digas eso mauro-
-Te amo, vos sabés cuánto lo hago, nunca dejará de ser así. Nadie ocupará tu lugar nunca, pero no podemos estar juntos.-
-Si podemos mauro, si que podemos, decí que si-
-Te amo, encuentra a alguien más, nunca te voy a olvidar. Hechiza a otra persona, así como lo hiciste conmigo, mi bruja hermosa.-
Vi cómo la miraba, esa mirada que nunca me dio a mí, la manera en como la miraba explicaba todo, y lo peor paso, vi cómo el hombre que supuestamente me amaba a mí besaba a otra persona, la manera en como le tomaba la cara, y supe que todo era mentira.
Y toda la mentira que él montó para mí... se cayó, caí en la realidad y el sueño se convirtió en una pesadilla.
No sé cuánto tiempo estuve mirando cómo se seguían besando, pero no soporté más y me fui de ahí. Tenía un dolor en el pecho tan fuerte que no me dejaba respirar. Me agarraba el pecho mientras intentaba no caerme, dirigiéndome hacia el interior de la casa.
Escuché risas en la sala, y recordé que Mauro había invitado a los chicos para celebrar nuestro compromiso.
Necesitaba salir de la casa, necesito aire porque sentía cómo al faltarme el aire me volvía más débil.
-¿juli que haces ahi?, ¡veni!-
Reconocí la voz como la de Emilia; sin embargo, no volteé a mirar y seguí caminando como pude.
Escuché el grito de los demás llamando mi nombre, pero no hice caso.
Seguía caminando hasta que choqué con alguien.
