Sabor a Mí (Chansoo Fanfic)

𝐕

—Buenas noches

Kyungsoo no podia respirar de nuevo. Sentia que se hundía en el colchón. A la vez sentia que se derretía entre las sábanas. No sabía si lo que había pasado era real, pero así se sentía. Su estado mental había llegado en un punto de delirar casi todas las noches con escenas pequeñas como su cara desfigurada en el espejo, pero nunca había llegado a este punto.

Los labios del contrario se sentían reales moviéndose junto a los suyos. Nunca había tenido una perspectiva romántica de la vida, pero podía darlo todo por poder repetir ese momento. O tan solo por saber si era real o un sueño.

No sabía que vendría después. El beso había sido tan inesperado y tan... intenso, que llenaba de miedo a Kyungsoo tener que pensar en algo más. Apreciaba tanto a Chanyeol que nunca había tenido un solo pensamiento sexual con él. Su mente le impedía tan solo pensar en él sin camisa o en cualquier escena erótica. Pero cuando pensó sentir las manos de este en su muslo, como en los viejos tiempos, se congeló totalmente. Nunca había pensado en ello. Nunca se había imaginado en una situación así. Pero estaba a devoción del contrario. Su estima era tan baja que se conformaba con tan solo estar ahí. Incluso si significaba no disfrutarlo, incluso si significaba no tener algo de en sueño, nunca estuvo en disposición a elegir. En el mundo 'gay' que conocía, solo existían dos palabras que significaban lo contrario de la otra. Kyungsoo pensaba que no le importaba ello. Pues al final de todo, terminaría haciendo lo que sea para hacer feliz a Chanyeol.

2015
Ha pasado un tiempo. Es ridículo saber que, a pesar de ello, no ha pasado mucho.
Mi vida siguió siendo la misma, pero a la vez no.

Todo cambió ese verano en el que me di por vencido.
Renuncie a lo que más quería por su propio bien. ¿Que prueba más grande de amor podía haber?
Dejarlo ir, por verlo feliz. Si estar conmigo lo incomodaba, buscaría lo que sea para hacerlo sentir bien. Incluso si significaba alejarme de su vida.

No hablaba con él a menos de que sea extremadamente necesario. Y si, me destruía el alma no poder sonreírle. Tener que cambiarme de asiento cada vez que nos tocaba estar juntos, como si el destino tratase de castigarme, después de que haya buscado estar junto a él todo el tiempo posible y no habermelo permitido, ahora me juntaba a él todo el tiempo a pesar de yo estar buscando lo contrario.

Pero aún así, escuchar su voz cada día en clase, incluso si no estaba dirigida para mi, era mi aliento de vida. Sonreía cada vez que lo escuchaba reír.

Se ha alejado de Krystal, ahora que tiene una novia mayor. Pero aún así no he vuelto a hablar con ella. No es por rencor ni molestia, hablar con ella significaba tener que hablar de Chanyeol. Y era todo lo que yo trataba de evitar.

Ya estábamos en el último año de escuela. Las cosas pasaban tan rápido que no las podía notar. Después de un año de haber renunciado a la presidencia de la clase, ahora me habían elegido y esta vez yo había aceptado. Porque toda mi vida he pensado en cómo sería graduarme. La noche del baile y la canción de graduación. Por años había pensado organizar todo lo mejor posible, al saber que nadie más se atrevería a hacerlo.

Saber que estaba ya con 17 y aún así me sentía como un niño. Era inmaduro no haber superado algo que llevaba pasando desde hace 5 años. Nunca pude conseguir una distracción digna. Nunca encontré a alguien como él.

En mi año de bachillerato decidí no ser más un cobarde. Había practicado por años una canción que admiraba con todo mi ser. El requinto que se llevaba la mayoría de mis minutos libres en casa; Sabor a mí.

En el festival de talentos de ese año, por un impulso nervioso, termine presentandome frente a una multitud, cantando con una uña entre las cuerdas y mi voz más nerviosa posible. Pero después imagine que solo estaba él. Lo divisé entre la multitud y me fije en el. Lo miré a los ojos mientras cantaba. Sentí que la canción nunca acababa.

El baile que había organizado desde inicios de año estaba a punto de empezar. Era ridículo pensar que se había esforzado tanto en hacer un típico y estereotipado baile americano que ahora estaba disconforme con ello.

La música lenta daba su comienzo y me quedé sentado en las graderías. Veía como todos bailaban esa canción cortavenas entre parejas, otros de incluso una forma vulgar. Y ahí, en la mitad de la pista del baile estaban el rey y la reina. Veía como Chanyeol bailaba torpemente agarrado de Krystal. Pero se veían felices. A pesar de todo, sabía que eso pasaría.

Incluso llegué a pensar que mi intención era dañarme a mi mismo. ¿Planear algo tan cliché solo para obtener una escena así?

Al final del baile fui el último en irme. Estaba en el marco de la gran puerta del gimnasio, viendo el desastre que habíamos causado. Pero veía un recuerdo que podría quedarse vigente por mucho tiempo. Memorias que nos formaban como clase. A pesar de todo, una memoria buena.

Al salir de la escuela, ya por media noche, conducí hacia casa. Me sentía desdichado al no estar en casa de alguien más como la mayoría, pero al llegar y estar a punto de acostarme, me llamó.

Convenientemente, la ventana de mi habitación daba con el tejado. Bajé por el techo y ambos subimos hasta mi habitación. La excusa era 'Me peleé con mamá y no quiero ir a casa, ¿Puedo quedarme esta noche?'

¿Como podría decirle que no?
Ya casi eran las 3 de la mañana, de todos modos no iba a dormir. Pero por alguna extraña razón, después de años evitandolo, no pude resistirme a dejarle animar mi solitaria noche. Al entrar ambos por la ventana, todo paso demasiado rápido.

Chanyeol estaba echado en mi cama, frente a mi. Mis ojos estaban entrecerrados pero podia ver que aún estaba despierto. Nadie había dicho nada desde que le dije 'Quédate' pero ahora me estaba besando. Ni si quiera una palabra, ni una acción aparte. Era el momento perfecto. Todo estaba silencioso y la luz de el poste en la calle alumbraban su cara lo suficiente como para saber que estaba ahí. Hasta que sentí su mano en mi muslo.

Entonces comprendí a que iba eso. Morí de miedo. No sabía que hacer, mi mente se llenaba de pensamientos fugaces. Pero quería adaptarme a él. Simplemente para no arruinar el momento. Sabia que nunca pasaría algo igual, jamás.

Pero no fue como imaginé.

—Buenas noches

No dijo nada más. No dije nada más. No habían explicaciones. Me dormí en ese mismo instante y a la vez, me desperté de golpe tras eso. No había nadie junto a mi. Ni una señal que indique que lo que había pasado era real.

Pero así lo sentí.