Issei viaja en el tiempo

Capítulo 23

Buchou se calmó después de confirmar que Asia y yo estábamos 

Buchou sonrió y acarició la cabeza de Asia. 

“Está bien” 

Buchou luego nos abrazó con amor. 

Puedo sentir el amor de Buchou a través de sus pechos que se empujan contra mi rostro . 

Tal vez ella me dejaría hacer peticiones, incluso lascivas

“Buchou, oppai” 

“Sí, lo sé Issei. Realmente eres un niño mimado” 

“No”

Asia me separaba de Buchou. 

Parece celosa

Esa fue una buena oportunidad lo intentare en otro momento 

Buchou hizo un suspiro y continuó hablando

“De acuerdo con Sona, había conocido a las dos al mediodía, quieren negociar conmigo, como el demonio de la casa Gremory, que tiene esta ciudad como su territorio. 

“¿La gente de la Iglesia quiere negociar con los demonios?”

Ya falta poco para que las 3 facciones nos volvamos aliados 

Buchou asintió a mi pregunta. 

Esto fue impactante. 

“Entonces, ¿es un pacto? ¿O una petición?”

“No estoy segura de lo que están planeando, pero están planeando ir a la sala de club después de la escuela mañana. 

Al parecer, le juró por Dios que no nos van a atacar 

¿Puedes creerlo?

Tenemos que hacerlo. 

Tenemos que creer en su creencia, ya que son los que creen en Dios y vienen a pedir algo de los demonios, cuando se supone que somos seres malvados para ellos. 

Ellas parecen estar bajo presión y es cierto que se trata de problemas. 

Tengo un mal presentimiento sobre esto.

Por lo que han dicho, los sacerdotes que vienen a esta ciudad temen perder la vida”

                             • • • •

Al día siguiente, después de la escuela. 

Los miembros del grupo Gremory, nos reunimos. 

En el sofá del club estaban las dos invitadas sentadas, con Buchou y Akeno-san. 

Los otros miembros del club estábamos sentados en la esquina de la sala escuchando su conversación. 

Ya que sabía de nuestra posterior confrontación le pedí a Kiba que mantuviera en secreto la captura de Freed a quien hemos mantenido cautivo pues no parece querer revelar lo que sabe de las espadas sagradas, podría revelar dicha información a Kiba por mi cuenta pero eso le haría sospechar más de la cuenta.

Desde que las dos llegaron a la sala de club, los demás miembros parecían sentir algo raro.

Sus instintos demoníacos les decían que eran peligrosas. 

Buchou y Akeno-san estaban hablando con ellas con cara seria. 

Pero el que se veía más peligroso era Kiba. 

Él estaba mirando a regañadientes. 

Las veía como si estuviera a punto de ir a cortarlas en cualquier momento.