-¡Vamos Sara, la concha de la lora, sal de donde estés!.- Grito Ivo buscando a su hija.
-Perdón papá, acá estoy.- Dijo saliendo de detrás de la nevera.
-Vamos a llegar tarde al Jardín.- Dijo el.
-ya voy.- Dijo ella.
Salieron los dos de su casa, llegaron al jardín y se encontraron a Mauro y Emilia.
-Eu, Mauro.- Dijo Ivo acercándose a ellos.
-¿Que tal?.- Dijo Mauro sonriendo.
-Tia Emilia, ¿Dónde está Emi?.- Pregunto Sara acercándose a Emilia.
-Ya entro.- Dijo ella.
Sara asintió, se despidió de su padre, de sus tíos y entró adentro, se encontró a Emi y se acercó a ella.
-Hola Emi.- Dijo Sara sentándose a su lado.
-Hola Sarita.- Dijo ella sonriendo.
-Hoy es el día del padre, ¿Vos que crees que vallamos ha hacer de manualidad para los papis.- Dijo ella.
-Y yo que se, a lo mejor hacemos un dibujo.- Dijo Emi sonriendo.
Estaban hablando hasta que vieron como Alejandro entraba muy nervioso.
-¡Ale, acá ven!.- Dijo Emi.
El rubio se acercó y se sentó al lado de las chicas.
-¿Que paso?.- Pregunto Sara.
-Esque, mi papi no me quiere.- Dijo el para después taparse la cara.
-¿Como que el tío Mateo no te quiere?.- Pregunto Emi.
-No, siempre está atento a mi mami Nicki y a su música.- Dijo el sollozando.
Las chicas sintieron mucha pena, se acercaron a el rubio y lo abrazaron.
-Podemos decirle a mi papi que hable con tu padre.- Dijo Emi.
El rubio asintió y se limpio las lagrimas.
-Te queremos Rubio.- Dijo Sara.
-¡Ja!, Miren el tonto está llorando.- Dijo Sebastián.
-¡Callate Tu puta madre!.- Dijo Emi para después acercarse a él.
Emi se enfado y le empezó a pegar a Sebastián.
-¡SEÑORITA EMILIA CAMILA LOMBARDO!.- Dijo la profesora entrando.
-¡Le dijo tonto a Alejandro!.- Dijo ella.
La señorita cogió a Emi del brazo y la saco fuera al pasillo.
-Ya vi, tenés la actitud de tu padre, por esa razón vos te llevas un parte y llamo a tus padres.- Dijo la seño.
-¡¿Profesora, no le vas a decir nada a Sebastián?!.- Dijo Emi llorando.
Emi se tiro al suelo y se tapó la cara y empezó a llorar.
-Señorita, quédese ahí, yo me voy a llamar a sus padres.- Dijo la profesora para irse.
Emi se tiro a llorar como si no hubiese un mañana.
Unos 17 minutos después...
-Eu, ¡Emi!.- Dijo su padre entrando.
Emi se quedó sentada en el suelo llorando con la cabeza cogida y escondida su cara entre sus piernas, si padre se acercó a ella y le dio un abrazo.
-Mi vida, ¿Que paso?.- Pregunto El castaño.