AYUDA

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La noche estaba demasiado fría, el invierno estaba cerca y ya se estaba haciendo notar, Yoongi estaba por cerrar la puerta de su veterinaria cuando un hombre entró dando tumbos y se desplomó después de decirle algo en un idioma que no entendió. Pasada la impresión se apresuró a verlo y con horror vio sus ropas cubiertas de sangre, sus manos también estaban cubiertas del líquido carmesí, su rostro estaba golpeado, y lo que más lo alteró fue ver una profunda herida en el costado izquierdo de su abdomen, que sangraba profusamente.

Cómo pudo lo levantó a medias y logró llevarlo hasta el sofá de la sala de espera y subirlo tratando de no lastimarlo más. Levantó la vista al reloj de pared y maldijo al ver la hora.

—Jackson se va a enojar por la hora, pero no puedo dejar a este hombre así, será mejor que llame a la policía y a una ambulancia —se dijo a sí mismo mientras tomaba su teléfono.

Pero la mano del desconocido lo detuvo, Yoongi lo vio abrir los ojos apenas  y algo en esos orbes oscuros lo hizo perderse en ellos.

Ne v politsiyu—habló con voz ronca.

—¿Qué? No te entiendo.

—A la policía no —volvió a decir el hombre, ahora en coreano logrando entenderlo.

—Pero estás herido y todo lo que yo tengo aquí es para animales.

—Haz lo que puedas, y préstame tu teléfono, tengo que pedir que vengan por mí.

El que no quisiera dar aviso a la policía, dejaba en claro que no era alguien que fue asaltado o algo por el estilo, le dió miedo estarse metiendo en problemas por ayudarlo, pero no podía dejarlo así como estaba. Suspiró y le entregó su teléfono, mientras él se paraba para ir en busca de lo que necesitaba para curar la herida del estómago que era la más profunda.

Alcanzó a escuchar que hablaba en otro idioma cuando volvió con alcohol, gasas y lo necesario para suturar. El desconocido al verlo gritó una última vez al teléfono y colgó antes de entregárselo.

—Recuéstate, déjame limpiar y coser esa herida antes de que pierdas más sangre y ahora sí tenga que llamar a una ambulancia —ordenó suavemente—. Te va a arder —le advirtió antes de dejar caer un chorro de alcohol de manera directa, pero el hombre no hizo más que una leve mueca.

Ningún sonido salió de sus labios mientras limpio y cosió la herida, Yoongi estaba impresionado, jamás había visto a nadie soportar semejante cosa y sin una gota de anestesia.

—Listo, ya terminé. No es mi mejor trabajo pero no estoy acostumbrado a la anatomía humana, lo mío son los animales —le dijo mientras cortaba el trozo de hilo de sutura después de anudarlo.

—No sería la primera cicatriz que tenga. Mis hombres no deben de tardar en llegar por mi, gracias por ayudarme, esto te lo compensaré —le dijo el hombre mientras se incorporaba.

—No tiene que agradecer, no podía dejarlo morir desangrado, pero… ¿Por… —la pregunta se vio interrumpida por el sonido del teléfono y Yoongi se puso pálido al ver quien llamaba, no quería que ese desconocido escuchará así que se levantó y corrió al interior de su consultorio.

Los gritos de su marido se escuchaban aunque no tuviera el teléfono pegado a su oído, estaba furioso, pero si le decía que su retraso era por qué estaba atendiendo a un hombre las cosas serían peor, así que mintió diciendo que llegó una emergencia de un perrito atropellado. Si Jackson le creyó o no, daba igual, de cualquier manera estaba jodido, y lo supo cuando en tono amenazante le dijo que no tardará más o iría a buscarlo.

El sonido de toques en la puerta principal lo sacó de su trance de pensamientos y volvió a la entrada, un par de hombres de aspecto feroz estaban en la puerta y pidieron entrar, no quiso negarse por miedo a que le hicieran algo, en cuanto vieron al hombre sentado en el sofá, se aproximaron a él, lo ayudaron a ponerse en pie y le entregaron un abrigo negro.

Котик ★Kotik★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora