Cuando era niña solía escuchar que cuando se esuchaban truenos al llover era porque las puertas del cielo estaban siendo abiertas.
Que estupidez.
Su cuerpo se sentía pesado, como si cada gota de lluvia la fuera hundiendo más contra la fría acera.
¿Cómo había terminado así?
Quería gritar, pero su voz se rehusaba a salir de ella, como si su garganta hubiera sido destrozada.
¿Por qué estaba ahí?
Giro su cara hacia un costado y con cansancio parpadeo, buscaba a alguien.
¿A quién era?
Apenas y podía ver algo, todo estaba obscuro y las gotas de lluvia no ayudaban.
Ah, quería dormir, pero no podía dormir sobre la calle, tenía que salir de ahí.
-¡Suji-yah!
Un espantoso ruido comenzó a chillar en sus oídos.
-Suji-yah-solto un manotazo al aire-. Bastarda-se escucho antes de sentir como su cara era mojada con agua fría.
-¡Mierda!-grito sentándose en su cama-¡Jihyun!-grito viendo a la pelinegra quien le dedicó una sonrisa.
-Levantate, prepare el desayuno-dijo para arrojarle una toalla a la castaña-, saca la colchoneta al sol y cambiate, hoy vamos con Wooyoung-dijo saliendo de la habitación.
La castaña se secó la cara y bostezo, le caía bien Wooyoung, pero siempre está con ese amigo suyo que ella realmente detestaba.
Se levantó de la cama e hizo lo que la pelinegra le dijo para después salir de su habitación y bajar al segundo piso.
Ya en la planta bajo se sentó en el piso frente a la mesita del centro, su pecmqueña casa de dos pisos no era la gran cosa, una habitación con tres camas en la planta alta junto con un baño pequeño, las escaleras que daban directo a la sala un pequeño baño completo y la cocineta que contaba solo con una estufa y un fregadero.
-Jihyun-llamo la castaña a la pelinegra-¿De verdad tengo que ir?-pregunto con sueño tomando su tazón y palillos.
-Tienes que-dijo la pelinegra colocando un plato de kimchi frente suyo-. Hoy Wooyoung te va a presentar al capitán.
Los ojos de la castaña viajaron de su plato a la mayor frente a ella quien la veía con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Hablas en serio?-preguntó la menor mientras se pasaba la comida que tenía en la boca.
-Yep, por eso tenemos que ir con Wooyoung, él convenció al Capitán para que te entrevistara-la sonrisa de la pelinegra no se iba de su rostro mientras comenzaba a comer.
La castaña suspiro de felicidad, tenía desde los 16 años queriendo ingresar a la banda de Ateez y cuando Jihyun ingreso hace dos años sus ganas de ingresar aumentaron.
-Tengo que agradecerle a Wooyoung-dijo la castaña terminando de comer y levantándose para correr al baño y así tomar una ducha.
-¡Agradeceme a mi!-grito la pelinegra.
En cierta parte tenía razón, la pelinegra había intentado conseguir esa entrevista, pero el grupo Ateez tenía demasiadas reglas para poder ingresar.
-¡GRACIAS, JIHYUN-UNNIE!-grito la castaña desde la regadera.
ווו×
-¿Nerviosa?-el pelinegro frente a ella le sonrió con algo de burla.
-Callate-dijo el menor mientras le daba un golpe en el pecho al mayor-. No le prestes atención, el capitán no es tan malo-las manos de Wooyoung se colocaron en sus hombros y le sonrió queriendo tranquilizarla.
-Pero si la enana no se comporta el capitán se la comerá viva- la voz de un tercero se escuchó a sus espaldas.
La castaña se giró para poder contestarle a la nueva voz desconocida pero se quedó congelada al conectar miradas.
Los ojos castaños, el cabello castaño con destellos rojizos, la tez algo bronceada y unos labios de infarto.
-Comportare, hyung- le reclamo una nueva voz, misma que sacó a la castaña de sus pensamientos-. Te irá muy bien- el pelinegro de mejillas regordetas y tiernas le regaló una sonrisa y siguió su camino pasando por su lado para entrar al edificio a sus espaldas.
-Suji, es hora de entrar-la voz de la pelinegra fue tranquila pero aún así la castaña sintió como su corazón se aceleraba.
Se giró y tomo la mano de la mayor para comenzar a caminar a la entrada del edificio.
Respira, tranquila, no vomites.
ESTÁS LEYENDO
Halazia [Song MinGi]
Fanfiction"Todos nosotros lo intentamos, pero perdemos la emoción Poco a poco, nos acostumbramos a la sensación de perder" Bai SuJi estaba harta de ver su vida pasar frente a ella.