Capitulo único

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Un año antes de los acontecimientos del Juego

Cuando no hay guerra ni Skullgirls, Big Band se dedica al jazz y a la justicia privada, y es realmente bueno para combinar sus dos pasiones. Por eso, una noche de invierno, se dedicó a dar un concierto especial para unos contrabandistas que secuestraban a niñas draconianas en Little Innsmouth. La policía de New Meridian, corrupta como siempre, no tomaba cartas en el asunto. Así que varias familias juntaron todas las canopias que pudieron para pagarle a Irvin, el mejor detective privado del reino.

Irvin, con la ayuda de Big Band, irrumpió en unos almacenes supuestamente de alimentos.

-Maldito idiota, no sabes con quiénes te metes, somos más que tú -gritó uno de los secuestradores sacando un arma y apuntando a Irvin.

De repente, se escuchó un fuerte estruendo; Big Band giró y aplastó a varios traficantes.

-Te salvé el pellejo, amigo. Siempre es un placer mezclar la música con un poco de justicia -comentó el saxofón con un tono relajado y confiado.

-No presumas, Ben, te estoy haciendo un favor para que tengas un trabajo a tiempo completo, ya que eso de luchar contra esqueletos es algo de cada siete años -el detective disparó su arma hiriendo a varios traficantes.

Ambos lograron derrotarlos y dieron con el paradero de su líder, un hombre alto y robusto con joyas en todo su cuerpo. El hombre estaba en un almacén supervisando a las mujeres y niñas secuestradas.

-Escucha, Vitale, el negocio de las Señoritas está en decadencia. Las mujeres canopianas son peligrosas porque, si logran escapar, pueden decir cosas sobre la Familia.... Hay extender nuestros horizontes, ir por las exóticas, las ignorantes que no conocen a los Medici, las de No Man's Land. Todavía quedan muchas refugiadas de la guerra vivas en los Reinos Destruidos. Mi socio tiene fichado un castillo lleno de ellas en lo que era Rommenglad. Una palabra: "sirvientas" -El Traficante habló del negocio como si estuviera dando indicaciones comerciales.

Big Band irrumpió en el almacén, asestando puñetazos metálicos. Los guardaespaldas no resistieron los poderosos golpes y aturdimientos.

-¡AHHHH, UN HOMBRE SAXOFÓN! -chilló el Traficante con pavor. ¿Acaso eres uno de esos monstruos de los Laboratorios Anti-Skullgirls? Yo no soy una Skullgirl, así que no tienes derecho a tocarme.

-No serás una Skullgirl, pero tu existencia es mil veces peor. Y además, seguro que por culpa de tu "trabajo" nacerá una nueva Skullgirl -Big Band atrapó al traficante con sus enormes platillos.

-Vamos, suéltalo todo... Tengo planes para más tarde, no puedo perder el tiempo.

Con fiereza y estilo, Big Band exprimió (literalmente) hasta la última gota de información valiosa, que luego entregaría a las Garzas Negras. Lo importante ahora era llevar a las mujeres y niñas con sus familias.


Después de esa misión, Big Band volvió al Laboratorio 8. Estaba cansado y se sentía asqueado. Aunque tenía años de experiencia luchando contra el crimen en New Meridian, no podía creer tal nivel de corrupción y depravación. Escuchó cómo hablaban de chicas jóvenes como si fueran mercancía, lo que lo hizo sentirse repugnado y consternado.

Entró con dificultad al ascensor y salió por la puerta. Observó las máquinas y computadoras apagadas y el ambiente silencioso. No había nadie en el lugar, excepto por una figura con máscara que estaba sentada sobre una de las sillas de los monitores. La mujer sostenía un botiquín de primeros auxilios y se recostaba sobre la mesa de los monitores, poniendo su cabeza sobre un teclado.

Una noche de jazz Corrosivo  (BIG BAND X ILLEUM) ONE-SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora