Sin importar el clima

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Día de lluvia:

En la casa Midoriya resonó el timbre a lo que la Señora Midoriya fue a abrir dejando la comida haciéndose en la cocina.

-¿Qui-?- al abrir la puerta no vió a nadie hasta que bajó la mirada y allí se encontró a el pequeño Katsuki, con su trajecito impermeable, sus botas y en su rostro su típico ceño fruncido.

-¿Puede salir Izuku?- preguntó mirando hacia adentro de la casa.

-Awww que lindo te ves Katsuki- Inko dijo agachándose a lo que el cenizo se sonrojó un poco y asintió -¿Estás seguro de querer jugar con éste clima?

-No está lloviendo tan fuerte, mamá dijo que podía jugar.

-Mmhh, pues si tienes razón, el cielo se está despejando ¡Izuku, Katsuki está en la puerta!- gritó aunque la habitación del peliverde quedaba casi al lado de la entrada.

El único hijo de los Midoriya estaba jugando con sus figuras pero al escuchar que su mejor amigo lo estaba esperando dejó todo y corrió hacia la entrada.

-¡Kacchan!- llegó emocionado.

-Izuku ¿Quieres jugar conmigo afuera?- Katsuki dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Puedo?- miró suplicante a su madre.

-Claro zuzu, pero ponte tú impermeable y tus botas- el pequeño al escuchar éso corrió a su habitación a prepararse rápido.

Ambos pequeños salieron a caminar y encontrar algo que hacer, la mayoría de las veces que juegan se resumen en Katsuki siendo el jefe e Izuku admirando, las conversaciones son 50-50 ya que tienen los mismos gustos e ideas por lo que siempre tienen de qué hablar.

Estaban en un parque el cuál obviamente estaba solo por la lluvia, jugando en los columpios sin importar que se mojaran en trasero.

-Kacchan- el pecoso dijo llamando la atención del cenizo -¿Porque me odias?- preguntó algo sentimental.

-¿De que hablas? Si te odiara no te hubiera pedido que jugaramos- Katsuki dijo mirando a otro lado despreocupado, solo lo dejará como algo trivial.

-Cuando estamos con los chicos tu me dices cosas muy feas Kacchan, no entiendo porque no puedo tener un Quirk, es lo único que deseaba...- Katsuki notó que Izuku empezaba a sollozar y sus ojos se humedecía.

-¿Izuku?- dijo acercando su columpio a el del contrario.

-Kacchan, ya no podremos hacer cosas de héroes juntos- agachó su cabeza y dejó salir las lágrimas.

-No, I-Izuku, no digas ésas cosas- se levantó de su columpio y se puso frente a el peliverde ubicando sus manos en los hombros del contrario.

No le gustaba ver a Izuku llorar, le ponía los nervios de punta y se preocupaba, éso le molesta, sin mencionar que el pecoso es muy sentimental.

-Emm- solo fue hace dos semanas que obtuve mi Quirk, el tuyo no tardará mucho, no seas tonto- decía mientras sacudía a Izuku.

-Pero...todos nuestros amigos ya tienen Quirk, mamá dice que a los 4 años se desarrolla- miró a Katsuki a los ojos con tristeza.

-¿Y tu cuántos años tienes? tienes 4, solo se tarda un poquito, ahora, deja de llorar, te ves muy feo así.

Bakugo ayudó a su mejor amigo a bajarse del columpio tomándolo de las manos mientras Izuku se terminaba de limpiar las lágrimas.

-¿Enserio crees que si obtenga mi Quirk?- Izuku seguía con el tema.

-Obvio que si ¿que Quirk te gustaría tener? Aunque ninguno supera el mío- dijo con orgullo.

La buena vida (BKDK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora