Llegué a la universidad a las 9:06. Cuatro minutos antes de la primera clase. Respirando agitadamente, tomé mi resumen de la presentación oral de las distintas partes de una cámara y usé esos cortitos cuatro minutos para estudiar. Odiaba hablar en frente de tanta gente. Pensaba que era inútil porque nadie le daba el menor interés a lo que alguien estaba presentando. En fin, la campana sonó. Había clases. Había presentación oral.
Me senté en el anteúltimo banco al lado de Lucy. El profesor llegó. Mis manos no dejaban de temblar. El señor Homley dijo casi gritando:
"Comencemos con las presentaciones"
Empezó a llamar gente al azar.