Libro de historias cortas con base en canciones que seguramente te harán llorar ~
Pareja principal - Spiderbear
Osoaraña
Sproier
Como le conozcas.
De Spreen y Roier.
En esta cuenta shippeamos a los cubitos y no nos bajamos del barco aún cuando estem...
Roier tenía una relación soñada con Cellbit, había tanta atención y cariño. Que incluso el gatinho se había puesto a aprender español para hacer sus pláticas más amenas aún cuando Roier decía no tener problema en usar mayormente el inglés para comunicarse.
Solamente quería ser un buen novio y aprender todo lo que tuviera que tener relación con el mexicano.
Gustos, disgustos, miedos, sueños.
Invitaba a todos sus amigos para convivir. Pero... Algo no estaba bien.
Roier se alejó un momento de la fiesta que había organizado el brasileño. Se sentía extraño. Como si esto no estuviera funcionando.
¿Por qué parecía sentir que algo no cuadraba aquí?
Tenía un novio encantador que cumplía cada uno de sus caprichos. Pasaban tanto tiempo juntos que ahora no parecía existir un Roier sin un Cellbit.
Él sí se lleva bien con mis amigos.
Nunca discutimos, es lo que siempre he querido.
Pero cuando la miro a los ojos, veo que no son.
Tus ojos violetas.*
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La imágen de Spreen apareció en su mente. No, no. Esto tenía que ser una jodida broma.
¿Por qué seguía pensando en el moreno?
Todo había terminado.
Ni siquiera eran amigos como para creer que esto era normal.
Cell no era como Spreen. No había nada en común con ellos.
Nada es igual, nada es igual, nada. Sin tus ojos violetas.
Negó queriendo eliminar todo recuerdo del moreno de su mente y corazón.
El cielo azul parece gris desde que ya no estás aquí.
Tenían meses sin hablar, nadie mencionaba al moreno por respeto a su nueva relación.
Todo el color ahora es blanco y negro.
Y como no te puedo hablar ni regresar el tiempo atrás.
¿En serio estaba viendo la posibilidad de volver a hablarle? Era claro que extrañaba los lindos momentos que pasaron juntos. No es algo que simplemente puedas olvidar o actuar como si jamás hubiera pasado. Tenían su propia historia y le dieron un final. ¿No? Claro que no.
Tenía que aceptarlo.
Seguía amando a Spreen.
No importaba lo mucho que Cellbit se esforzará en hacer todo por él. En mostrarle que tanto amor tenía para darle.
Esos ojos que le miraban con amor, no eran lo de Spreen.
Cellbit jamás sería como él.
- ¿Qué estoy haciendo? Me gusta el azul en sus ojos y no los comparo con tus ojos violetas.
Sintió una presencia detrás suyo, girando asustado para notar a Cellbit algo preocupado. ¿Desde cuándo estaba ahí? Joder, por favor alguien dígale que no escucho nada de su confesión.
- Tudo bem, guapito?
"Nada está bien. Acabo de aceptar que sigo queriendo a alguien más."
Suspiró acercándose hasta él. Quizás había tenido suerte y apenas había llegado. Ignorante a todo el tema.
Le dió un pequeño beso en la mejilla creyendo que algún día él amaría esos ojos...
Mejor, al sol, lo tapo con un dedo...
- Claro, gatinho.
Y es que si Roier hubiera prestado más atención. Se habría dado cuenta que esos ojos violetas seguían viéndole a la distancia teniendo una gran sonrisa de superioridad.
