Hasta hace poco era un delicuente que no lograba reintegrarme a la sociedad, por qué siempre volvía a prisión por algún motivo, pero veanme ahora como una hermosa secretaria, y todo gracias a un novedoso programa, en un comienzo pensé que solo era hacer un curso de secretariado más que solo sirve para reducir la pena , pero el programa además incluía está transformación, y si aunque al comienzo mi lado masculino se resistió, mis nuevas curvas dinamitaron el hombre que había dentro de mi, asi que me fui adaptando al cambio y comencé a comportarme como toda una señorita, luego de que mi transformación concluyera me dieron la libertad, sin antes claro ubicarme en un puesto de trabajo que me aceptó con mis antecedentes, por supuesto nunca dijeron que fui un hombre solo sabían que venía de cárcel.
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Ya llevo unos diez meses en el puesto y mi desempeño a sido excelente y al parecer me quieren ascender a asistente de una área, además los sábados vuelvo a la penitenciaria a colaborar en el curso y veo varios presos que se están esmerando por dejar atrás la vida delictiva, pero ni ellos saben que tanto este curso cambiará sus vidas, solo espero que tengan resultados similares a los míos y así no ser una carga a la sociedad.
