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    ~Cuan vergonzoso debe ser, el que tus
    empleados oigan mientras tienes sexo
   con tu pareja, bueno eso se lo dejamos.
                  nuestro dúo favorito~

                                    ꨄ
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Beso y lambio los pezones erectos de su omega, por cada toque que este hacia en el cuerpo del pelinegro, gemidos salian una y otra vez, tomó ambas piernas del menor y las abrió, dejando una espléndida vista de su ya exitado esposo.

Se acerco lentamente hasta donde se encontraba el listón rosa amarrado en el muslo del pelinegro, siendo este tan provocativo a sus ojos, desató sensualmente el listón con su boca, sacando un jadeo ahogado del menor, solo eso basto para que empezará jugar con el erecto pene de su pastelito.

─Namjoon-ah~ no... tan... Rápido!~... ─ dijo lo último casi en un grito, su esposo estaba siendo tan duro con el.

Namjoon miro con una sonrisa, su bebe estaba realmente exitado, y bueno no es como si el no lo estuviera, aguantaba lo más que podía para castigar al pelinegro por su mala acción, ya que este le tenía prohibido masturbarse solo, tan solo recordar la imagen de su bebe masturbandose en su nombre, realmente lo traía mal.

─No debiste hacerlo Park, ahora pagaras por haber roto nuestro acuerdo. ─metió dos dedos en una sola estocada en la mojada entrada del menor, empezando con un va y ven dentro de este.

─agh... no~... más.... despa... cion!─ gimoteo aferrándose a las sábanas, estaba siendo penetrado por los dulces dedos de su esposo, se sentía tan bien, tanto que dejaba el dolor de lado.

Jadeos por parte del mayor se escuchaban al empezar a introducir el grueso y venoso pene dentro del dulce y apretado agujero de su esposo, había perdido la cordura, los gemidos que jimin sacaba cada vez que lo penetraba con sus dedos ya no eran suficientes, necesitaba llenar a su bebe de su semilla.

─Oh~... Estas tan... nhg~... apretando cielo..─decía mientras entraba de una sola estocada en el interior del pelinegro.

Fuertes gemidos empezaron a salir de la habitación de la pareja, tanto era el ruido que ya se empezaban a escuchar rumores entre sus empleados, raro que las paredes fueran delgadas, como para empezar con dichos rumores.

─Rose, creo que debemos ir al jardín, allí falta en arreglar mucho, no crees?. ─ cuestiono la más alta.

Rose miro de reojo a todas sus compañeras, las cuales no dejaban de mirar hacia la habitación de donde provenía el escandaloso ruido, suspiro por la idiotez de sus compañeras y se fue junto a su amiga.

─No creen que deberíamos limpiar el patio?. ─pregunto la castaña, mientras mantenía un semblante serio y neutro.

Todas las presentes inmediatamente salieron casi corriendo del lugar a donde le había indicado antes, no querían meterse con la líder de equipo, y más sabiendo que el joven Park la trataba mejor que a las demás.

Volviendo a nuestra ruidosa pareja, estos habian empezado a besuquearse, aun sin dejar uno que otras caricia por el cuerpo del contrario.

─Eres tan lindo cuando te molestas.─ comentó el pelinegro con una risilla.

El moreno sonrió por el inoportuno comentario de su pastelito, acaricio suavemente la mejilla de este y luego le beso la mano, lo acerco más a el y lo abrazo.

─Tal vez por eso rompiste nuestro trato, no?. ─insinuó, una risa quisquillosa salio por parte de Jimin al ver que le habían descubierto.

─Tienes razón, amo cuando te molestas por este tipo de cosas, te ves tan sexy.─ admitió sin vergüenza alguna, tomando con ambas manos el rostro del moreno.

Se acercaron una vez más y formaron un dulce beso que expresaba su infinito amor, tras unas caricias más ambos calleron rendidos en la cama, quedando Jimin en el pecho del moreno, formando un adorable abrazo, fundiendo sus olores para formar una ambiente cálido y agradable para ambos.

Se acercaron una vez más y formaron un dulce beso que expresaba su infinito amor, tras unas caricias más ambos calleron rendidos en la cama, quedando Jimin en el pecho del moreno, formando un adorable abrazo, fundiendo sus olores para formar una a...

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❈Leche Dulce❈ ||Kookgi  & Nammin|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora