CAPÍTULO 14

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Sábado en la mañana.

Aunque había tratado de levantarme antes, esto de hacer un hijo resultaba agotador. Cuando desperté, Patrick ya había preparado el desayuno e incluso había ido al supermercado.

— ¿Estás feliz de que por fin hoy vas a reunirte con tu familia?

— Sí, pero también me siento muy nerviosa, mi vientre ya ha crecido un poco y no sé si la gabardina pueda cubrirme para poder darles la sorpresa a mis padres, ya que lleguemos aquí.

— Aun así, será una muy buena sorpresa cariño.

Después de desayunar, ambos fuimos a la sala para que Patrick le leyera a nuestra hija. Él se sentó en el sofá individual, mientras que yo me recosté en el sofá que estaba frente a él.

Era tranquilízate oír a Patrick leer, pero también resultado un poco incómodo porque cada que Patrick leía, mi hija daba unas patadas bastante fuertes.

No hicimos mucho más por resto del día porque quería que estuviéramos desocupados y con energía para llegar a tiempo al aeropuerto por mis padres.

— Patrick ya debemos irnos al aeropuerto, no quiero llegar ni un minuto tarde.

— Está bien cariño, voy por el auto.

Patrick había rentado un auto grande porque decía que, si a la bebé se le ocurría llegar al mundo medianoche, sería muy complicado conseguir taxi a esas horas.

Subimos al auto y partimos al aeropuerto, yo casi no podía contener la emoción y mi hija lo sentía porque ella también estaba bastante inquieta.

Llegamos al aeropuerto y pasamos a la tienda de regalos a comprar algo para mis padres.

A mi madre le compramos un hermoso delantal con la palabra “abuela” bordada y ya mi padre le compramos una gorra que decía Toronto.

Después unos minutos, una mujer por el altavoz dijo que el vuelo en el que venían mis padres ya había llegado, así que no te dijimos a la puerta por la que descenderían.

Al primero que logre ver fue a mi padre y mi madre venía justo detrás. Corrí para abrazarlos lo más fuerte que pude, pero no tanto porque temía dañar a mi bebe o que mis padres notaran el embarazo y la sorpresa quedará arruinada.

— Cariño, por fin nos reencontramos - dijo mi madre.

— Los extrañé demasiado— respondí llorando.

— Y nosotros a ti hija, pero lo importante es que ya estamos juntos - respondió mi padre.

Después de unos instantes los tres dejamos de abrazarnos y mis padres voltearon a ver a Patrick.

— Mamá, papá … Él es mi novio Patrick.

— Es un gusto conocerlos, señores Smith— dijo Patrick.

— También es un placer Patrick - respondió mi madre.

Fuimos lo más rápido que pudimos a recoger las maletas y poder irnos a casa, ya que habíamos preparado una fiesta de bienvenida en donde les revelaríamos a mis padres que iban a ser abuelos.

Durante trayecto, yo les fui platicando a mis padres todo lo que había sucedido y porque me fui así. Mi madre parecía aterrada mientras le contaba y mi padre estaba inexpresivo escuchando.

— Hija, siento mucho por todo lo que, pasado, pero ahora que tu madre y yo estamos aquí, haremos todo lo posible para que puedas vivir tranquila.

— Gracias papá.

Llegamos a la casa y mientras entramos para que les pudiera dar un recorrido a mis padres, Dominica y Antonella cerraron las puertas que daban a la sala, que era el lugar donde estaba la sorpresa.

— Y ya por último la sala - le dije a mis padres y abrí de par en par las puertas para que pudieran entrar y ver el cártel que decía:
“Bienvenidos Abuelos”.

Mis padres quedaron en shock al ver el cartel, y yo aproveché para quitarme la gabardina y que ellos pudieran ver mi pancita.

— Agatha, hija… Esto es maravilloso— dijo mi madre mientras me abrazaba entre lágrimas.

— Lo sé mamá y les tengo otra noticia, mi madre dejo de abrazarme y me miró con los ojos vidriosos - ¡Es niña! - dije emocionada.

En ese momento mi padre también comenzó llorar por la emoción y abrazó a mi mamá.

— ¡Vamos a ser abuelos! - gritaron ambos emocionados.

Después de la una del momento, mis padres y yo nos sentamos a la sala mientras que Patrick había ido a la cocina para preparar café.

— Una nieta, esto es magnífico, Agatha - dijo mi padre.

— Lo sé papá, y Patrick y yo ya decidimos su nombre.

— ¿Cómo la llamarán? - preguntó mi madre

— Denisse, se llamará Denisse como la madre de Patrick.

— Suena hermoso ese nombre cariño— ese debe llegará a una familia pequeña pero extremadamente feliz de tenerla… Mi nieta… Denisse - mi madre comenzó a llorar de nuevo.

* Tocan la puerta.

Patrick abrió la puerta e invitó Antonella y a Dominica a entrar para que pudieran conocer a mis padres.

Yo abracé a Antonella, mientras mis padres se presentaban con Dominica.

— Pues ahora somos una familia, esta será la familia en la que nuestra hija crecerá— dijo Patrick al vernos a todos reunidos.

— Y será la mejor que le pudo haber tocado - respondí.

La cena transcurrió de lo mejor, mis padres conversaron mucho con Antonella y Dominica. Sentía mucha alegría de que se hubieran llevado bien, ya que ahora seríamos una familia y nunca más nos separaríamos… Ni Patrick de su familia, ni yo de mis padres y nuestra hija estaría cerca de todos.

Después de unas horas, Dominica y Antonella se retiraron a casa, mientras que Patrick y yo llevamos a mis padres a su nuevo hogar.

Estaba desorganizado porque la mudanza ya había llegado y todas sus cosas estaban en la sala.

— Este será su nuevo hogar, espero que les guste - le dije a mis padres.

— Es muy lindo cariño y creo que es perfecto, aunque un poco grande para solo nosotros dos. — dijo mi madre.

— Pero será mejor así, por si alguna vez vienen visitas y que puedan quedarse con nosotros. — contestó mi padre.

— De acuerdo papá, mañana Patrick hablará con el arrendador para decirle que si queremos comprar la casa. Su cuarto es la primera puerta de la izquierda y en frente está el baño, también su recámara tiene un balcón.

Mañana podrán verla bien, sobre todo iluminada con la luz que entra por las ventanas, pero mientras tanto, será mejor que todos vayamos a descansar.

Nos despedimos de mis padres y regresamos a casa. Yo por fin me sentía completamente feliz, ahora que mis padres vivirían aquí, me imaginé una vida extraordinaria en este nuevo hogar, ya no necesitaría nada más, ya tenía todo lo que necesitaba a mi lado y tenía la esperanza de que lo mejor vendría una vez que Denisse llegará al mundo.

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