El Esposo Ideal

Despejado

Aparte con cuidado los mechones de cabello en su cara mientras ella dormía en mis brazos, volví a rodear su cintura y en medio de su sueño apoyó una mano en mi torso y la cabeza en mi pecho, como me encantaría que esto pudiera pasar todos los días, pero de verdad, no por que este medio ebria o por que necesite algo, sino porque de verdad lo deseara.

Cuando me desperté en la mañana, no estaba a mi lado como anoche, me frote los ojos y oí la ducha, me senté en la cama y me destape con flojera mientras trataba de estirarme un poco antes de levantarme. Salió de la ducha envuelta en una toalla y me desperté completamente, me miro y sonriendo leve acercándose al armario.

--Voy a estar en la cocina... --pero no puede moverme ni un centímetro 

--Quédate...digo vamos a vivir juntos y vamos a estar en la misma situación varias veces, no vas a salir siempre de la habitación, tampoco te digo que me mires todo el raro...osea es mas que nos acostumbremos. 

Dijo de largo mientras elegía su ropa, no dije nada, me acomode en la cama y me cubri con la sábana por si acaso mientras se quitaba la toalla, había memorizado cada parte de su cuerpo progresivamente desde la primera vez que la vi, era perfecto para mi, su lunar en el cuello, su marca de nacimiento a la altura del ombligo y la cicatriz en la pierna que se hizo cuando era niña.

--¿Te parezco atractiva? y tienes que responderme por que ya no estaba ebria 

Resople y me levanté de la cama para ir con ella, estaba en ropa interior y tome su cintura con mis mano atrayéndola a mi.

--¿Que pretendes?

Apoyó las manos en mis brazos mirándome nerviosa y respiro hondo antes de responder. 

--No se a lo que te refieres....

--Claro que lo sabes, todo esto que estás haciendo --me acerque a sus labios 

Cerro los ojos y entreabrió los labios para un beso, tenía ganas de besarla y ella ganara su juego, pero dos podíamos jugar y si quería que ya no me ponga en situaciones donde termine con las ilusiones por los suelos tenía que unirme a su juego.

La solté y me aleje de ella marchándome a la cocina, suspire y tome un vaso de agua mientras veía el frigorífico, saque los huevos y el jugo de naranja. Hacia los huevos revueltos cuando ella bajó con una falda y top escotado, sonreí dándome la vuelta después de verla, asi que queria jugar.

Se acercó y me abrazo por detrás acariciando mi abdomen. 

--Huele delicioso --se puso de puntitas para ponerse a nivel de mi oído, mire a abajo y estaba descalza, toco mis piernas con mis rodillas

--Aún no es hora de comer, creo que puedes aguantar... --me di la vuelta y jale los platos para servir los huevos revueltos y ella trajo los vasos y sirvió en jugo mientras tanto.

Nos sentamos en la isla de la cocina a comer, puse la mano en su muslo y lo acaricie despacio mientras comía, se detuvo un momento y sentí que su pierna temblaba un poco, me miro un poco sonrojada, fingí no verla y seguí comiendo con naturalidad hasta terminar de comer.

--Ahora te pregunto lo mismo que tu me preguntaste a mi 

--Yo te respondo a ti lo mismo que tu a mi, cariño 

--No sabes en lo que te estas metiendo 

--Te equivocas --subí la mano hasta debajo de su falda --tu no me conoces a mi, pero yo si a ti y no sabes de lo que soy capaz