02.

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Y la furia de tu corazón golpeó al mío con amargura, rehusándose a tocarlo como antes lo hacía. Fue culpa de ambos, como siempre, arruinando las cosas que se esforzaron por crecer.


Sus ojos estaban perdidos entre el cuadro que colgaba en el lugar, sus dedos temblorosos tocaron el lienzo lleno de colores alegres. Sorbió su nariz, y sonríe con amargura.

—Que bebé más bonito —Jungkook murmura con la voz quebrada—. ¿Es de usted?

Seokjin se tensa instantáneamente, dejando el bolígrafo a medio camino, sin terminar de escribir las cosas en su libreta. Alza sus ojos y mira por encima de sus gafas transparentes, carraspea un par de veces, analizando con cautela, lo que debería responder.

—Oh, sí, así es —Dice entre dientes, casi se podría decir que nervioso, Jungkook sonríe de medio lado.

—Hay momentos en que lo extraño... —Admite, sentándose de nuevo frente a Jin—. Me despierto y- y pienso que él podría estar —Mete sus manos a los bolsillos de su abrigo negro.

—Es normal, señor Jeon, tanto Taehyung como usted, están en la etapa de duelo, luego sigue la etapa de negación y por supuesto, la aceptación —Dice con suavidad observando las expresiones del contrario—. La pérdida es difícil, y mucho más cuando se trata de un bebé.

—He leído sobre los bebés arcoíris—  El omega dice, redirigiendo su vista al cuadro que colgaba en la pared, Seokjin espera a que Jungkook siga hablando, golpeando con suavidad la mesa—. Pero supongo que es imposible —Jin sintió de nuevo esa punzada en el estómago que lo dejaba deslocado.

—Mire, Jungkook, ya hablamos sobre esto —Le dió una mirada irritada, o éso fue lo que el omega percibió—. Tanto usted como yo, estamos trabajando para que el embarazo se pueda ver como una posibilidad —Jeon suspira.

—Lo sé, siento irritarlo con mi negativismo, supongo que eso no me ayuda en nada —Jin sonríe levemente, el omega observa el momento exacto en el que el beta pone un plúmbeo punto en esa libreta.

«Cosa más innecesaria y estresante, casi escribe su vida ahí. Si quiere estar escribiendo, entonces que se consiga un diario...» Jungkook pensó.

—¿Se ha tomado los medicamentos? —Kim aprieta los labios al percibir el cuerpo contrario tensarse—. Ya veo que no —Bromea, impulsa su silla para atrás, deslizandose hasta llegar a un estante pequeño, busca sigiloso las píldoras que Jungkook necesitará.

—¿Clomifeno? ¿en serio? —Pregunta cuando Jin se las entrega con una sonrisa, el beta hace un sonido afirmativo con la garganta —¡No sirve! —Jungkook chilló, sin embargo, tomó la cajita entre sus manos y la metió al bolso que traía consigo.

—Señor Jeon, por favor. Todo se logra con perseverancia y paciencia —Seokjin movió sus cejas— ¿el señor Kim qué le ha dicho?

La expresión suave que Jungkook tenía, se fue distorsionado poco a poco, dejando una mueca de disgusto, con sus cejas hundidas, el ceño fruncido y sus labios en una fina línea recta.

—No vengo a hablar sobre él. ¿Por qué importaría?

—Porque este proceso es para ambos, ¿irá al psicólogo como se lo pedí? —El omega le lanza una mirada suplicante—. Así sean las primeras tres secciones, si no se siente cómodo, no va más. —Jungkook suspira, dejando caer su cuerpo en el espaldar de la silla.

—A Taehyung parece no importarle —Admite entre dientes— yo no le importo, aunque no lo diga, sé que me culpa por haber perdido al bebé.

Seokjin siente una punzada en su corazón—. ¿No han tocado ese tema? —Su intención no fue sonar como alguien metiche, pero es que los ojos del omega reflejaban la triste realidad en la que ahora vivía.

—Señor Kim...—Jungkook habló con un tono más alto de lo normal— no vengo a hablar de mi vida personal con usted —el beta alza las cejas sorprendido, apretando entre sus dedos, el bolígrafo que utilizaba siempre.

—Oh, tiene razón —Jin carraspea— lo siento.

—Lo sé —Jeon sonríe, levantándose de la silla—. Muchas gracias de nuevo, esta vez me tomaré este medicamento ordenadamente —Kim asiente, ajustando la bata blanca de doctor.

—Con cuidado por favor, lo veo en la próxima revisión.

Jungkook salió del consultorio con el pecho apretado, se dió cuenta que eso le estaba pasando de manera muy frecuente.

Caminó con sus manos metidas en los bolsillos del abrigo, tal vez debería dejar de mentirse, de mentirle a los demás, sin embargo, tenía muy presente de que no quería  dañar a otra persona; por eso, cuando llegó a su casa, se encerró en la habitación solitaria, no le pareció extraño, porque Taehyung ya casi nunca estaba con él.

Escuchó unas pasos pequeños golpeando el piso de mármol, y sonrió al ver unas largas orejas blancas asomarse por la base de la cama, encogió su cuerpo, pero sólo un instante que fue para tomar impulso y levantarse, tomó al conejito entre sus manos.

—Hola cielo —Jungkook murmuró, la nariz de la conejita se movía rápidamente, tal vez saludando al omega—. Papá... papá se siente triste —Jeon aprieta los labios ligeramente, sentándose en el colchón nuevamente.

Puso a Nieve en la cama, su mirada se perdió en el pelaje blanco, recordando con melancolía la llegada de su mascota.

Jungkookie, cielo, cierra los ojos — la voz del alfa era dulce, su sonrisa parecía querer desbordarse por toda la casa, tenía algo detrás de su espalda, inclinándose levemente hacia el menor.

—Está bien, está bien —Jeon cerró los ojos, esperó con parsimonia, su ceño se frunció con extrañeza, y contrajo sus labios en una sonrisa desdeñosa  al sentir un suave viento que parecía salir de algún lado, arrugó su nariz cuando las cosquillas fueron inevitables.

—Puedes abrir los ojos.

Y oh, su corazón se derritió de la ternura al ver una bola de pelos y orejas largas observándolo de cerca, chilló con emoción, tomando al conejito entre sus manos.

—¡Oh, cielo! ¡Es muy adorable!

—Me recordó a ti... y a tus dientes, por su puesto —Jungkook rodó los ojos.

Pero ahora parecía no sentir nada.

Y Jeon no quería pensar que Taehyung había olvidado la razón por la que nieve estaba, pero los ojos del alfa solo demostraban esa frialdad que llegó a helar a Jungkook.

Haciéndolo tiritar del frío que la soledad al estar juntos le causaba, y la forma en la que sus labios se apretaban cuando Taehyung se negaba a darle un beso.

Se habían consumido, aunque ninguno lo diría en voz alta, por supuesto.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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