CAPITULO 4

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Alice jamás había vuelto a oír esa risa pegajosa y esos chistes semejantes, algo dentro de ella la hizo querer seguir el sonido de esa voz, comenzó a caminar con esperanzas de volver a escucharlo

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Alice jamás había vuelto a oír esa risa pegajosa y esos chistes semejantes, algo dentro de ella la hizo querer seguir el sonido de esa voz, comenzó a caminar con esperanzas de volver a escucharlo.

Justo entonces sintió como un pie se le atravesó por el camino y cayó en la arena, arriba de ella vio a Blake riéndose junto a Elena, pero su atención se descarriló cuando una mano sostenida en el aire esperando a que ella la tomara y así lo hizo cuando se encontró de pie, era un chico de piel blanca casi parecía porcelana, su pelo rubio brillaba a la misma intensidad que el sol, sus mejillas se encontraban rojas, levemente quemadas y sus ojos oceánicos eran capaces de transportarla a otro lugar.

—. ¿Alice? Soy Jeremías, no sé si me recuerdas íbamos juntos en jardín —Explicó nervioso de recibir tan intensa mirada de parte de ella.

—¿Jeremías? ¡No puedo creerlo! —. Exclamó emocionada.

Cortó la distancia que había entre ambos y se abalanzó hacia el abrazándolo con fuerza como si él se iría de sus brazos, Blake los miraba confundido, si sus emociones hablarán aclararían que él estaba realmente celoso.

—. Había oído tu voz, por un instante creí que estaba loca —Confesó luego de separarse del rubio.

—Qué bueno encontrarte, había intentado contactarte, pero no tenía ni idea de cómo te llamarías en tus redes sociales —. Comentó con una sonrisa.

Jeremías y Alice habían Sido compañeros en jardín, pero habían perdido contacto luego de eso él no siguió la primaria con ella por lo que Alice nunca lo busco, suponía que se había ido a vivir en otro país o algo por el estilo.
Eran como mejores amigos de pequeños y reencontrarse gracias a un viaje era asombroso.

Cuando la rubia se encontró se topo con Kate le contó todo detalle por detalle y Kate se dió el lujo de cargarla con Jeremías unas cuantas veces.

Era sorprendente como alguien que no habías vuelto a ver en años aparecía como si nada y encima te recuerde a la perfección con lujo de detallé.

—. Bueno ¿Me lo presentarás? Quiero ser la primera en decir “yo los conocí antes de que fueran novios” —Se burló Kate y Alice le aventó una de sus almohadas.

—¡Oh ya cállate! Yo al menos no lo defendí como una heroína —. Se protegió mientras se veía en el espejo de la habitación.

—. Solo hice lo que creía correcto —Argumentó acomodando algunas de sus cosas en uno de los armarios.

—Si, si como digas cuando le regales galletas hechizadas como Mal a Ben en descendientes hablamos —. Soltó una carcajada mientras se ataba su cabello en una colita.

—. Pues entonces agarra una silla y quédate esperando porque eso nunca ocurrirá aún que lo desees —Contestó la pelinegra negándose a las palabras de su amiga.

—Eso ya lo veremos —. Replicó indecisa la rubia.

Amanda se había ido a la noche de juegos musicales y ambas decidieron quedarse en el cuarto sin ganas de ir.

Sus carcajadas fueron interrumpidas por un golpeteo en la puerta, ambas se miraron a la vez ¿Era Amanda? Tal vez se había olvidado algo en la habitación y volvió por eso.

Sin embargo, cuando abrieron la puerta Blake, Aron y Bernardo estaban allí junto a unos audífonos y unas sonrisas cómplices.

—. ¿A qué se debe su visita? —preguntó confundida la pelinegra.

—¡Oh vamos! Solo queremos jugar deje nos
pasar —. Kate se encogió de hombros y les libero la puerta para que pasasen.

—. Este lugar está más limpio que nuestro
cuarto —Confesó Blake mientras se arrojaba en la cama de Amanda.

—Esa cama es de Amanda no te recomiendo desarmarla es muy estricta con su limpieza —. Le advirtió la rubia sentada en el borde de su cama.

—. ¿Para que trajeron esos auriculares? —Interrogó Kate sentada en el piso ya que Bernardo se sentó en su cama.

—Son para jugar un juego —. Aron procedió a explicarles cómo se jugaba y unos minutos después se encontraban sentados en el piso de la habitación en ronda mientras jugaban.

Aron era el que pasaba la música desde el celular, y nadie lograba oír nada -como se esperaba-, cuando al fin le tocó a Kate se permitió poner una de sus canciones favoritas, aunque lo más seguro es que ella no conociera la canción ni su significado.

Aún que se equivoca en cuanto puso la canción los ojos de Kate se iluminaron y un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

La canción i wanna be your slave de Måneskin sonó por los audífonos y su cuerpo se comenzó a mover por el sonido de la música y comenzó a tararear.

—. Because i'm The devil who's searching for redemption... —Cantó con voz Melódica y Aron siguió repitiéndose en la cabeza <<no te enamores, no te enamores>> ni siquiera oyó que le habían preguntado a la pelinegra estaba tan hipnotizado observándola canturrear la canción sencillamente.

—Dijiste que no —. Informo Blake sorprendido —Te preguntamos si gustabas de Tyler.

Kate abrió los ojos como un par de platos y soltó una carcajada que la dejó tirada en el piso.

—. ¿Yo gustar de Tyler? Antes muerta Blake —Hizo un gesto de vómito.

La pregunta que Aron tenía en su cabeza se había aclarado, Kate no gustaba de Tyler se tranquilizó dentro suyo, claro que solo quería saber por "curiosidad" no porque tal vez gustaba de Kate,  eso sería raro -era raro-.

De nuevo otra pregunta aguardo su mente “¿A caso si gustaba de Kate?”, negó en su mente aunque algo dentro de él quería decir que si pero ni siquiera intento admitir la realidad que intentaba ocultar para proteger su corazón.

Durante toda esa noche sus pensamientos lo atormentaron con mil preguntas, incluso en la oscuridad no había logrado dormir, odiaba tanto sobrepensar.

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⏰ Última actualización: Jan 24 ⏰

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