Esa tarde, Yuuji trabaja en la falda de Gojou. Será la última pieza de su pedido, y la más impresionante, si Yuuji consigue llevarla a cabo. Es una pieza de exhibición, por supuesto, su único propósito es hacer una declaración. Está hecho de popelina de lana negra, rígida y pesada. Con una amplia cintura en V y costuras princesa, acentúa y feminiza sutilmente la cintura y las caderas de Gojou mientras cae como una funda hasta la mitad de sus pantorrillas. Visto de frente y desde la izquierda, parece sencillo, simple. Pero hay una costura oculta en el lado derecho que llega hasta la cintura, en la que se pliega un amplio panel de seda blanca con pliegues estrechos. Conseguir las costuras correctas para que el panel permanezca oculto cuando Gojou está de pie pero se pliegue de forma natural cuando camina es un trabajo delicado; Yuuji tiene que hacer un par de maquetas y experimentar para tener una idea.
No obstante, agradece la complejidad de su trabajo, porque si no estuviera dedicando toda su atención a resolver este problema, se volvería loco pensando en el día de mañana. Así las cosas, cada vez que levanta la vista y ve que las manecillas del reloj se han movido un poco más, le recorre una fría descarga de adrenalina.
A pesar de que Gojou le asegura que no está aceptando sexo como pago por su ayuda, Yuuji no puede evitar preguntarse cuánto dura su capacidad de atención. Cuánto tiempo pasará antes de que se aburra de Yuuji y simplemente lo abandone. Sería ingenuo esperar algo más, y por mucho que Gojou y Nobara se entusiasmen con su inocencia, él no es idiota. Las top models no se asientan con chicos de Sendai sin contactos y con escasas perspectivas.
Y quizá eso no sea tan malo. ¿Realmente querría establecerse con Gojou? Ese hombre es un monstruo: egocéntrico, altivo y grosero. Yuuji no necesita hacer de esto más de lo que es: un poco de diversión breve y picante. Una experiencia, como dijo el propio Gojou.
Pero... Y aquí Yuuji hace una pausa, levanta el pie del pedal de la máquina de coser y se queda mirando fijamente los pliegues de la tela en su brazo. Porque de algún modo, en menos de un mes, Gojou se ha convertido en parte de él. Una parte salvaje, voluble y hermosa de él, que no puede controlar pero sin la que tampoco se imagina seguir trabajando. Es Gojou quien le inspira, quien se cuela en sus pensamientos a las dos de la madrugada y convierte conceptos abstractos en diseños asombrosos. Gojou, que ha sido todo por lo que ha trabajado/esforzado, que siempre está en su mente.
Aún no has encontrado a tu musa, había dicho Megumi, como si fuera una naranja que hay que coger del supermercado y llevar de un lado a otro hasta que convenga dejarla. No le había dicho a Yuuji que sería como tener otro ser vivo soldado a su alma, dolorido e intratable.
"Eh, Yuuji", dice Mai desde el frente de la habitación. Él levanta la vista. Son casi las nueve de la noche, el mundo exterior está oscuro. Una suave luz de neón inunda las tiendas de la calle: bares, restaurantes, karaokes, la vida nocturna de Harajuku. "Mueve el culo; voy a cerrar la tienda".
Termina apresuradamente su costura, apaga la máquina y dobla la prenda sobre la mesa. Se levanta despacio, con el cuerpo cargado de una extraña sensación a medio camino entre la alegría y el miedo. "Que tengas un buen fin de semana, Mai-san", dice al pasar.
"Como sea"
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En el tren de vuelta a casa mira su Instagram. Hay un nuevo selfie de Gojou tumbado con el torso desnudo en su sofá, el pelo alborotado sobre él, los ojos intensos y los labios brillantes ligeramente separados. Yuuji traga saliva y apaga la pantalla del teléfono sin leer siquiera los hashtags. Se lo imagina: #sigoesperando
Se va a casa, se prepara la cena, enciende la tele e intenta comer algo. También podría haber intentado dejar de respirar.
Una hora después de terminar de comer, Yuuji está frente a su tableta, dibujando febrilmente. Chaquetas, pantalones, chalecos, camisas. Todo líneas limpias y pop limitado, porque lo sutil resalta mejor la belleza de Gojou. Porque parece que no puede dibujar nada que no esté diseñado pensando en el modelo.
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Colección All Black - Goyuu
FanfictionNo Curses AU. Gojou se acerca -demasiado, tanto que Yuuji cree que se acerca para besarle y eso sería raro, pero quizá también estaría bien- y sonríe. Luego se levanta las gafas. Sus ojos son de un color que Yuuji nunca había visto antes, como el...