Colección All Black - Goyuu

Capítulo 7: Estúpidos sueños tontos

Satoru paga el saldo de su cuenta con Jujutsu, y Yaga le da a Yuuji una inesperada bonificación en su nómina. Utiliza el dinero para comprarse un buen traje, algo que pueda llevar a los espectáculos de Satoru.

Cuando Satoru se entera, se pone furioso. "Quería elegir algo para ti", se lamenta, como si fuera un anhelo que llevaba semanas aireando. Están en su apartamento jugando a Rocket League: Yuuji nunca tuvo dinero para comprar más que una DS y un puñado de juegos cuando era niño. Satoru tiene una extensa colección disponible en su PS4, todos los cuales se le dan mejor que a Yuuji.

"Creo que tus gustos son demasiado caros para mí", responde Yuuji, sonriendo. Los trajes que Satoru tiene colgados en su armario son todos de marcas famosas y valen varios millones de yenes. Una cantidad que probablemente consigue en menos de un mes.

"Tengo un gusto exquisito, gracias". Satoru le besa en la punta de la nariz, como concediéndole un favor. "Te elegí a ti, después de todo".

"Creo que Yaga-san espera que te conviertas en un cliente habitual. Y quizá también traiga a algunos de sus amigos elegantes". Los amigos que Satoru le ha presentado en fiestas y clubes, pero normalmente sólo por su nombre de pila y de pasada, con su brazo colocado posesivamente sobre los hombros de Yuuji.

Yuuji no sabe qué es más ridículo, si la idea de que otra modelo se interese por él, o que él se interese por otra modelo.

"¿Y tú?" murmura Satoru, marcando casualmente el gol de la victoria en la pantalla.

Yuuji se queda mirando mientras el partido termina, y luego parpadea cuando su cerebro se pone al día con la conversación. "¿Eh?"

"¿Qué esperas?"

"Oh. Oh. Bueno... ya sabes. No tienes que darme nada, Satoru-san. No quiero que pienses que estoy aquí porque intento ganarme tu favor con sexo", dice despacio, torpemente.

Satoru estira un largo brazo sobre el sofá y se vuelve para mirarle. "Yuuji, nadie que te conozca desde hace más de cinco minutos pensaría eso".

"Ya. Así que... no tienes que hacer nada. Pero si de verdad quieres saber lo que espero... Me gustaría seguir diseñando para ti, porque eres hermoso y entiendes la ropa que hago, no porque Yaga-san me haya dado un bono extra por venderte un armario. Y me gustaría..."

"¿Hm?"

"Me gustaría que la gente supiera que las he diseñado yo", dice tímidamente. "No porque quiera ser popular, o famoso, o lo que sea. Sólo porque... quiero que la gente sepa que yo hago lo que te pones".

Satoru alarga un dedo, le coge por debajo de la barbilla y levanta la cabeza para que se encuentre con los ojos del modelo. "Qué deseos tan modestos", ronronea, bajo y sensual. "Me gustaría tener la luna y las estrellas, y también las pediría".

"No soy alguien importante, Satoru-san. Nadie me va a poner en bandeja de plata mis sueños más salvajes. Me conformo con deseos que puedan hacerse realidad".

"Deberías soñar más en grande", dice Satoru.

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Satoru sigue publicando regularmente en Instagram, por supuesto, sobre todo fotos casi pornográficas de sí mismo, pero a veces alguna con Yuuji de fondo o sonriendo alegremente por encima del hombro. Etiqueta a Yuuji en ellas, lo que hace que Yuuji se enfade más de lo que le gusta, pero lo deja pasar.

Yuuji no se da cuenta al principio, pero un par de semanas después de completar el pedido de ropa de Satoru empieza a darse cuenta de que ha pasado tiempo desde la última vez que Satoru le etiquetó como diseñador de sus trajes. Que, en realidad, ha pasado un tiempo desde la última vez que Satoru publicó fotos suyas vistiendo la ropa de Yuuji, aunque definitivamente sigue usándola.