"En llamas"- Jikook (versión en español)

La capital

El ruido del tren resonó en los andenes mientras los dos tributos  del distrito 12 esperaban para abordar. Un centinela de las fuerzas de paz armadas les protegían las espaldas. Los chicos iban vestidos con sus mejores galas -pantalones negros  básicos, remendados, camisetas gastadas, que alguna vez fueron blancas- No podía llevar muchas cosas, solo un pequeño bulto con lo imprescindible.

Park tuvo que esconder su arco y sus flechas en un lugar seguro en el bosque anoche. Obviamente no puede soportarlo. De hecho ni siquiera pudo tenerlo, ya que la organización de los juegos puso a disposición las armas y podría interpretarse como un acto de rebelión si alguien lo viera con eso fuera de la arena. Pensando, por otro lado, que era mejor...o ya habría disparado una flecha en la cara del hombre que  prácticamente lo arrastro fuera de la casa esta mañana gritando, asustando a su familia. Su impulsividad se lo agradeció. 

Abrumado por la ansiedad, Jimin jugo con el collar de su hermana que colgaba de su cuello. Según ella, era de buena suerte y le servía como recordatorio del hogar. Una fina cadena de oro que sostiene un delicado colgante de las aves de su distrito: los petirrojos. 

La larga cola cubierta de tonos plateados finalmente se detuvo, soplando aire en su cabello. Fue simplemente enorme. La puerta se abrió y de inmediato reconoció el rostro de Mina. Vestida con un vestido rosa hasta la rodilla, hinchado, brillante e innecesariamente escandaloso. "¡Dios mío! son las 6 de la mañana". Pensó Park.

- ¡Buenos días tributos! ¡Bienvenidos al comienzo de su viaje en Los juegos del Hambre! - Estiro su pie derecho para salir del transporte, pero al encontrarse con el suelo cubierto de barro, puso cara de disgusto y cambio de opinión - Um...hoy los llevaran a la capital y conocerán a unas personas que los ayudaran en el ámbito previo, como el mentor. - Dio unas palmadas desde donde estaba. - Electrizante ¿no crees?

Lo único que Jimin quería era tocar su piel con un cable desnudo, imbuido de la carga eléctrica de un rayo, para que pudiera sentir la verdadera sensación electrizante que brindan los juegos.

- Mejora esas caritas, ¿eh? - Les hizo un gesto con la mano para que entraran. - ¡Levántate rápido, salgamos pronto de aquí!

Después de un intercambio de miradas vacilantes, Min Yoongi le indico a Park que entrara primero. El interior de ese lugar era incontables veces mas grande que sus residencias y todas las del 12 . Todas las superficies presentaban colores, seda y enchapados en tonos dorados, lo que era completamente opuesto a todo lo que existía en la mayoría de los distritos. Solo conocían tonos gris que combinaban perfectamente con la vida que llevaban.

Siguiendo a Mina hasta la otra cabina, vieron una mesa llena y surtida con todo tipo de comida. Por dios, podría alimentar a sus familias durante una semana y eso solo fortaleció su desprecio por todo lo relaciona con la capital.

Jimin arrojo su bulto en uno de los bancos y se sentó en la mesa acompañado por Yoongi, después de lo cual Mina salió de la cabina principal, desapareciendo entre las docenas de personas. Apoyo la cabeza en el respaldo de la silla y respiro hondo. 

- Bueno, bueno...- Una voz rompió el silencio, llamando su atención hacia la puerta de otra cabina. - ¿Que tenemos aquí, eh? - Un hombre alto y de cabello nacarado , vestido con un traje beige se acerco y se sentó frente a los dos. -Tu debes ser Park Jimin...- señalo al pelinegro y luego al platinado. - y tu Min Yoongi, ¿tengo razón?

Saludaron amistosamente y observaron como el hombre tomaba una copa de vino y la llenaba según dictaban las reglas de etiqueta. Se reclino en su silla y los analizo meticulosamente, respirando profundamente.

- ¡Soy Kim Namjoon, el mentor del 12! - Levanto la copa para ofrecer a los chicos y quedo en vacío. - Bueno...mi trabajo es asegurarme de que sobrevivan...es decir, al menos alguno de ustedes.- Sonrió de reojo. - Si quieres tener la oportunidad de volver a casa, te darás cuenta de que el carisma, la empatía y la inteligencia son mas valiosos que cualquier arma y que el verdadero juego comienza antes de entrar a la arena...- Tomo otro sorbo - y creo que ya hemos empezado a perder en términos de carisma.