¿Por qué te escogí de mentor?

Capitulo 2: La Mancha

Los días pasaron y Miles estaba en más problemas de lo que creía. La Mancha estaba causando estragos por su hogar, intentaba atraparlo pero se hacía cada vez más fuerte hasta que una noche...

-¡Quédate quieto!- Le grita Miles siguiéndolo por una calle esquivando sus hoyos

-¿Y por qué debería detenerme?- Se ríe la Mancha causando una fuga de agua

-¡Estas causando muchos problemas en mi hogar!

-Tú me quitaste mi vida, ¿Por qué no arruinar la tuya de pasada mientras me divierto?

-Ya suficientes problemas tengo para entregar mi curriculum a la Universidad como para estar lidiando contigo

Miles estaba irritado por ese ser tan escurridizo, por más que se acercaba no podía atraparlo y para colmo se burlaba en su cara de él. En un movimiento, le salto encima para iniciar una pelea travesando varios portales hasta caer en un lugar totalmente diferente a su dimensión. Se levantó con rapidez para intentar alcanzar a la Mancha más el portal se cerró dejándolo en ese lugar desconocido; Miles grito frustrado para intentar balancearse queriendo pedir ayuda más sus planes se vieron frustrados cuando es atado por un ser alado que lo golpea con sus garras metálicas.

-Otro araña impostora, ya eh matado y comido varios como tú- Se ríe el hombre mientras batía sus alas con fuerza

-¡Oye!, Espera... Dijiste ¿Comer?

Antes de que pudiera reaccionar, el chico se encontró siendo agarrado del cuello mientras el ser alado se elevaba varios metros en el aire con intención de soltar al joven al ver que ya estaba cansado y herido.

-Adiós Spiderman- Se ríe para abrir sus garras mientras el chico gritaba de dolor, al ser cortado en uno de sus brazos y miedo, al caer desde una altura donde no había edificios

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PDV 2099

Estar de noche por los barrios bajos de Nueva York era algo que no me encantaba hacer pero tenía que patrullar por la zona en una promesa que había hecho para mi hermano Gabriel, salte sobre un edificio viendo que todo estaba tranquilo hasta que un grito me alerto... Era conocido pero a la vez diferente. Empecé a ver a mi alrededor tratando de encontrar donde estaba hasta que lo vi entre las gotas de lluvia que me golpeaban. Era una figura delgada enfundada en un traje negro y rojo. Mi corazón empezó a latir con fuerza para correr a donde caía, pidiéndole a mi cuerpo que resistiera esos movimientos bruscos antes de saltar y atrapar al chico en el aire aferrándome del otro lado a un edificio con mis garras mientras jadeaba viendo como el enmascarado se aferraba a mi cuerpo. No podía verle la cara pero el olor de su sangre era el mismo de hace dos años. Miles estaba aquí y había sido herido, gire mi cabeza para ver al Buitre y gruñirle con fuerza mientras lo veía alejarse pues sabía que estando yo por el lugar, era muerte segura; no por nada, mis criminales me temían después de haber acabado con el Doctor Octopus de Atlantis...

-Tranquilo niño, estas a salvo

Mire que Miles se paralizaba al escuchar mi voz para sonreír y con eso aferrarlo bien mientras saltaba al techo del edificio empezando a correr con él en mis brazos hasta que hizo algo que no me esperaba, se movió tan rápido que no capte más si sentí sus brazos agarrarme del cuello y sus piernas aferrarse a mi cintura, estaba asustado y parecía un pequeño koala aferrado a su madre. Mi corazón latió mandándome esa sensación de confort ante esa idea para lanzar mi telaraña empezando a subir a la parte alta de la ciudad donde estaba mi departamento. Al llegar empecé a saltar por la pared del edificio subiendo a 4 puntos para avanzar más rápido queriendo entrar a mi balcón, viendo todo oscuro.