Capítulo 6

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Habían pasado tantas semanas y tuve el móvil apagado todo este tiempo y lejos de mí, había olvidado que tenía una vida fuera de la agencia, ahora era una espía y debía regresar a casa e inventar una mentira coherente que ocultara a la perfección mí ausencia durante varios días.

Me encontraba en el carro manejando hacia mi departamento, con la música alta y celebrando el éxito en mi misión y haber desmantelado esa mafia que tanto me atormentaba, aun quedaba esa pequeña rendija que rellenar de mi ausencia, pero estaba segura que se me ocurriría algo.

Llegué por fin al complejo de apartamentos y me dirigí al mío, eran muchas gradas que subir y estaba cansada, pero todo valía la pena por dormir de nuevo en mi cama, habían un par de paquetes en la entrada, seguro de cosas que había pedido por internet y que ya había olvidado, tome los paquete y me adentré, las cartas regadas por el piso indicaban que el cartero no se había olvidado de mi, ya no tenía manos para sostener nada más, así que deje las cajas en la mesa y recogí las cartas dándoles una pasada rápida al levantarlas, solo deudas en general que debía pagar.

Sin duda tendría mensajes en el buzón de mi móvil y también tendría algunos mensajes que no había leído, pero cielos, solo deseaba darme una ducha y meterme a mi cama e hibernar durante un rato, ya me habían esperado, que más daba si la gente que me buscaba esperaba un poco más. Y lo hice, me sentía tan fresa, aunque las heridas dolieran un poco, no eran de cuidado porque ya me habían curado, y dormí como por dos horas olvidándome del mundo por completo y al fin sintiendo esa paz que tanto necesitaba.

Cuando me desperté ya era de día, todo estaba claro, así que me preparé un café y me senté junto a la ventana a ver el sol resplandeciente sobre las nubes, prendí el móvil y vibro como loco, tenía 50 mensajes, 5 mensajes de voz y 20 llamadas perdidas, comencé a leerlos de a poco y en muchos me felicitaban, mire el calendario y me di cuenta que era mi cumpleaños, cielos había estado tan enfrascada en atrapar a la mafia que me había olvidado mi propio cumpleaños, llame a un par de colegas y a mi madre para agradecerles las felicitaciones y mentí diciendo que había salido en un retiro espiritual, sin teléfonos y sin distracciones, sencillo y fácil y que de camino había asistido a una entrevista de trabajo, en el cual ya me habían contratado como asesora de seguridad, obviamente todo ello era mentira, pero tenía que guardar la fachada ya que ahora era una espía, aún me quedaban muchas cosas por aprender de aquel mundo, pero sabía que era un mejor modo de combatir el crimen que siendo policía.

Asistí a la casa de mi madre, quise invitar a Lena y Carlos, pero creí que se vería extraño si me aparecía con un par de desconocidos, aún no éramos tan cercanos, pero algo me decía que lo seríamos.

Mi madre hizo una cena deliciosa, invito a un par de mis amigos y un par de la policía, perfecto para el desastre, pero mantuve la calma y elaboré bien mi mentira, también agregué que me había caído para que no preguntaran por las heridas.

Todo fue perfecto, al fin era feliz, tenía una familia, un trabajo y otras metas más que realizar, ¿qué más podía pedir?, estaba en el mejor momento de mi vida y me sentía genial...

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FIN


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⏰ Última actualización: Jan 25 ⏰

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