⁰⁷---la criatura---

21 3 0
                                    


Después de las instrucciones finales de Luffy, el grupo se preparó meticulosamente para su misión. Zoro y Sanji se aseguraron de que todos tuvieran lo esencial: agua, alimentos no perecederos, herramientas básicas y suministros médicos. Una vez confirmado todo, se ajustaron las correas de las mochilas y se armaron con determinación.

Zoro lideraba el camino, con su mirada aguda explorando el denso bosque en busca de cualquier señal de peligro o recursos útiles. Sanji seguía de cerca, alerta y listo para ayudar en cualquier situación que pudiera surgir.

El bosque estaba tranquilo, solo interrumpido por el suave susurro del viento entre las hojas y el ocasional trino de un pájaro. El grupo avanzaba con cuidado, siguiendo una ruta previamente trazada por los exploradores anteriores.

En un momento, Zoro levantó la mano, indicando a los demás que se detuvieran. Su oído entrenado había captado un sonido distante, apenas audible entre la vegetación. Sanji y los otros dos soldados se detuvieron en silencio, alertas ante cualquier indicio de peligro.

Zoro se agachó y se acercó al suelo, examinando unas huellas frescas en el suelo. Con un gesto, les indicó a los demás que se acercaran para ver. Sanji observó las huellas con atención, tratando de discernir qué tipo de animal o criatura las había dejado. -Parecen huellas de ciervo. Deberíamos seguir con cautela, no queremos asustarlos y alertar a otros posibles depredadores en la zona-

Zoro asintió en acuerdo, admirando la astucia de Sanji para interpretar las señales del bosque. Juntos, continuaron avanzando, manteniendo un ritmo constante pero tranquilo para no perturbar la vida silvestre más de lo necesario.

Sin embargo, conforme se adentraban en el corazón del bosque, la atmósfera comenzaba a cambiar. El aire se volvía más denso, cargado con un aroma que no era del todo natural. Los árboles parecían retorcerse un poco más, como si estuvieran en tensión, y el suelo se volvía irregular bajo sus pies.

Sanji frunció el ceño, instintivamente alerta ante cualquier cambio en el entorno. Miró a Zoro, quien asintió con seriedad, indicando que también había percibido la extraña sensación que se cernía sobre ellos.

De repente, un rugido ensordecedor resonó en el bosque, haciendo que el grupo se detuviera en seco. Zoro y Sanji se pusieron en guardia, sacando sus armas y buscando el origen del sonido. Los otros dos soldados se pusieron detrás de ellos, temblando de miedo.

-¿Qué fue eso?- preguntó Sanji, con el ceño fruncido.

-No lo sé, pero no suena nada bien- respondió Zoro, con el rostro tenso.

El rugido se repitió, esta vez más cerca y más fuerte. El grupo pudo sentir cómo el suelo vibraba bajo sus pies. Unas ramas se rompieron a su derecha, y una enorme figura emergió de entre los árboles.

Era un monstruo, no había otra palabra para describirlo. Tenía el cuerpo de un león, pero con escamas verdes en lugar de pelo. Su cabeza era la de un dragón, con cuernos, colmillos y ojos rojos. Sus garras eran afiladas como cuchillas, y su cola terminaba en una punta venenosa. El monstruo los miró con una mirada feroz, y soltó un gruñido amenazador.

-¡Es un quimera!- exclamó Zoro, reconociendo la criatura de los informes de los exploradores. -¡Son el resultado de los experimentos genéticos del gobierno!-

-¡Malditos bastardos!- maldijo Sanji, sintiendo una oleada de rabia. -¡Han creado estas abominaciones para acabar con nosotros!-

El quimera no les dio tiempo para hablar más. Con un salto, se lanzó sobre ellos, dispuesto a devorarlos. Zoro y Sanji se interpusieron, bloqueando su ataque con sus espadas. El choque fue tan fuerte que los hizo retroceder varios metros.

~cenizas de amor~ /Unidos en El Caos\sanji x zoro (zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora