Volver a tu lado | One-shot

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Parecía que ahora todo había acabado, esta vez en serio. La amenaza de Yun se había ido, y a pesar de que todos los amigos de Kyoshi estaban heridos, seguían con vida, y eso era lo que más le importaba.

Hei-Ran y Atuat llegarían pronto para apoyar en su recuperación, lo único que tocaba era esperar, un proceso que no le encantaba al Avatar, pero al final, todo valdría la pena.

Hasta sus momentos más intensos de sufrimiento, de algún modo habían valido la pena.

A altas horas de la noche, Kirima, Wong y Jinpa ya roncaban en la enfermería, la única persona con los ojos abiertos era Rangi, quien parecía no poder dormir.

Miraba al techo y las paredes, probablemente perdida en su pensamientos, en sus recuerdos. Más temprano ese día, ella y Kyoshi habían llorado por su amigo caído, y algo claramente aún le inquientaba al respecto.

El sonido de la puerta abriéndose la regresó al mundo terrenal. El Avatar entró con un plato de fideos en sus manos y procedió a sentarse a la silla frente a su cama.

—Toma, deberías comer algo. —susurró para evitar despertar a los demás, ofreciendole el plato a la teniente, quien lo aceptó gustosa.

Comió un poco del platillo, no estaba muy bien cocinado, se notaba que Kyoshi lo había hecho, pero era de poca relevancia.

—También deberías comer algo. —Kyoshi estaba a punto de negarse cuando recibió una mirada de molestia, por lo que se apresuró a tomar un poco de los fideos.

Segundos que se sintieron como horas pasaron sin que resonara ni una voz en el lugar, solo ellas, compartiendo una cena juntas. ¿Hacía cuanto que eso no pasaba?

—Gracias por cuidar de mi. —Rangi rompió el silencio.

—Casi te pierdo allá afuera, no podría hacer otra cosa, eres mi prioridad en este momento. —dijo con seriedad, estaba claro que tenía toda la determinación en no dejar Yokoya hasta que Rangi estuviera cien por ciento recuperada.

La maestra fuego bajó la mirada unos momentos, pensando en aquel atroz combate con Yun.

—Aún me cuesta asimilar todo esto. —cambió de tema. —Pero a la vez me alegra que haya terminado.

Kyoshi suspiró. —También me alegro de alguna manera, sobre todo de que todavía estés aquí. No hubiera soportado perderte otra vez...

"Otra vez". Por un momento lo había olvidado, aún tenía un error por arreglar.

—Kyoshi. —levantó un poco la voz.
—En cuanto te fuiste con Huazo en el bisonte, estaba completamente furiosa contigo.

Por supuesto, ahí estaba la manera en la que Rangi siempre decía las cosas, directa y al grano, algo que a veces era un alivio, otras era tortura. Kyoshi se encogió en su silla, ya sintiéndose nerviosa y arrepentida por lo que se estaba comentando.

—Y después de varios días de no tener noticia alguna de ti, apareció Jinpa pidiéndome ayuda por que te ibas a reunir con Yun aquí, en la mansión. —continuó seriamente. —Como siempre, estabas saltando al peligro sin ninguna consideración por los demás, o por ti misma.

No iba a negar que los constantes regaños de Rangi los extrañaba de algún modo, pero no le encantaba la idea de su guardaespaldas recordándole sus errores del pasado, un pasado de hace unos pocos días, pero un pasado de igual manera.

—Honestamente me sorprendió un poco que llegaras. —interrumpió Kyoshi, decidiendo ser directa y franca también. —No pensé que tuvieras algún interés en...

—¿Ayudarte? —rió levemente, rompiendo el algo tenso ambiente.
—Es cierto que estaba furiosa contigo, pero definitivamente no iba a permitir que saltaras al peligro mortal por tu cuenta... No hubiera soportado perderte otra vez.

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