Bufé estaba estresada con los trabajos que me encargaban los profesores, últimamente parecía que no tenía vida, en este momento me dirigía a la biblioteca, el único lugar donde me podía refugiar
Me adentré con lentitud para apreciar bien el espacioso lugar que contaba con una luz hermosa y un ambiente lindo, busque en cada pasillo mi libro favorito 'Las Crónicas de Narnia' pero no logre encontrarlo pude observar como a lado de la ventana un chico se encontraba sumergido en el libro que tanto buscaba, me acerqué sigilosamente
—Disculpa ¿ya lo estas terminando?—aquel chico alzó su mirada para recorrer de mis zapatillas hasta mi rostro debo admitir que ese escaneo me dejo inmovilizada, su mirada pesada recorriendo cada centímetro de mi silueta y ver como mojaba sus labios para hablar me daba cosquilleos.
—En un momento lo terminaré—dijo con su voz grave para volver a leer
Asentí aunque él no me viera y me senté en unas mesas cerca de la ventana, ¿Cómo alguien como el esta leyendo Narnia? ¡Es un libro infantil!, ¿Será este el chico indicado? Sacudí mi cabeza borrando aquellos tontos pensamiento empecé a jugar con mis dedos y recordar cada momento de mi vida, no me quedaba de otra sin darme cuenta había pasado un montón de tiempo
Aquel chico se puso en frente mío estirando el libro, me quedé sin decir nada apreciando su rostro
—Toma ... —me lo dio y me alzó la ceja preguntando mi nombre
—Astrid ¿tú?—tomé el libro y le brinde una sonrisa, espero que no me vea muy cachetona sonriendo
—Enzo
Me sonrió, una sonrisa hermosa debía admitirlo juro que me desmayaría ahí mismo
—Hasta luego, disfruta el libro —sin mas se fue dejándome embobada
Habían pasado dos semanas desde ese encuentro en las cuales no pude sacarme de la cabeza su boba sonrisa y su nombre resonaba en todos los lugares que iba, había tratado de encontrarme de nuevo con él y pedirle su número, me lo había topado un par de veces lo único que hacía era correr
Esta vez estaba decidida de hacerlo, con paso apresurado me adentre y busque con la mirada aquella cabellera castaña sonreí me acomodaba algunos mechones rebeldes le toque la espalda algo temblorosa
—Hola —dije algo nerviosa.
—Hola
No pude evitar sonreír al verlo hacer esto, se veía hermoso
—Quería saber si me podías brindar tu número, por si la biblioteca algún día cierra se de otro lugar que cuenta con la saga —observé su cara de confusión al oír mi tonta excusa, sonrió y empezó a dictarme con rapidez lo anoté
— O tal vez por si quieres conocer el café que está por aquí, te pueda acompañar mañana—me guiño el ojo y desapareció
Sin duda este chico era mi tipo
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¡Hola mis semillitas! Disculpa por estar demorando en actualizar estuve teniendo unos problemitas personales pero trataré de actualizar mas seguido porque necesito mantenerme ocupada pues el domingo 11 tengo nacional de lucha libre y tengo que ganar porque gané el sudamericano ¡denme suerte!