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Se había prometido a sí mismo que no volvería a ese lugar sino era con Jimin o cuando ya lo había superado, pero ahí estaba, enfrente de esa cafetería que Jimin y él amaban tanto visitar. La misma cafetería en donde pasaban las tardes después de la universidad, después del trabajo, o cuando solo querían pasar un momento de tranquilidad juntos. El olor a café era intenso que podía incluso olerlo desde afuera.

Se detuvo enfrente de esta y observó hacía dentro, eran pasadas de las seis de la tarde, la hora perfecta para ir, la mayoría de personas simplemente entraban y salían sin siquiera sentarse a disfrutar de su café, eran pocos quienes se quedaban. Recordó la promesa que se había hecho a sí mismo y no había pasado ninguna de las dos, ni estaba con Jimin, ni mucho menos lo había superado.

¿Tan difícil es superar a alguien? Jimin se fue hace tres años y seguía sin poder superarle. Tres años sin verle, tres años sin hablarle, tres años sin sentirle, tres años de soledad. Sentía que su vida no estaba completa sin Jimin, él le complementaba, con una sola miraba, con una sola sonrisa, con un solo toque él hacía que su corazón latiera contaste y rápido contra su pecho, pero ahora que no estaba lo único que hacía su corazón era doler. ¿Por qué tenía que decirle a Jimin sobre sus sentimientos?

Tenía que superarle sin importar que, tenía que hacerlo, no sabía cuando volvería ver a Jimin o si lo volvería a ver de nuevo. Con él corazón latiendo fuerte tomó la manija de la puerta y empujó, el olor a café inundó sus fosas nasales una vez abrió la puerta, dio un paso hacia enfrente para por fin entrar por completo. El lugar era el mismo pero se sentía diferente, la nostalgia se sentía en el aire. Observó a su alrededor y definitivamente nada había cambiado, se acercó hasta el mostrador y ordenó.

Tomó su cappuccino de vainilla y con sus ojos recorrió todo el lugar tratando de encontrar una mesa libre, y la encontró en pocos segundos, justo en la esquina, al lado de una ventana, perfecto. Dejó la taza sobre la mesa y sacó su celular de su bolsillo, la pantalla de este se alumbró mostrando en él notificaciones de mensajes de sus amigos.

Se distrajo leyendo los mensajes del grupo, había olvidado que tenía una sesión más con los chicos la próxima semana para terminar de retocar algunos de los tatuajes que habían perdido su color con el paso del tiempo. Había pasado un año desde que se hizo su primer tatuaje que lo llevó a hacerse otro, y luego otro y otro y muchos más hasta llenarse el brazo completo de tinta.

Estaba tan perdido en su propio mundo, sin importarle que la personas pasando por enfrente de la cafetería podían verle por la ventana de cristal. Tomó un sorbo de su cappuccino, su paladar celebró ante el delicioso sabor del café. Cuánto tiempo sin probar este café. Había pasado tanto tiempo pero tan pocas cosas. Su vida parecía ser monótona después de que Jimin se fue, del trabajo a su casa y de su casa al trabajo, ni siquiera quería salir con sus amigos. Se sentía devastado, Jimin se había ido sin despedirse, aunque en cierto puerto lo entendía, pero aún así no dejaba de doler.

Hasta que conoció a Jiwon, quien le brindó un poco de vida a su vida, por un momento había dejado la monotonía a un lado y se enfocó en salir adelante. Aunque su relación con Jiwon no duró más de 9 meses, le sirvió de mucho la ayuda de Jiwon, y lo agradecía, pero habían cosas de él que le recordaban a Jimin y eso no lo dejaba seguir. Se preguntó una y mil veces a sí mismo si de verdad le gustaba Jiwon o solo estaba con él para poder superar a Jimin, desafortunadamente esa era la razón.

La mayoría de las relaciones no son como lo pintan en los cuentos, de color rosa, y a pesar de los altos y bajos que hubo en su relación trataron de seguirla, pero el problema seguía siendo el mismo. Jimin. Jungkook no parecía poder superar a Jimin incluso años después de su ida. Se sentía culpable, no era lo que Jiwon merecía. Decidió por su cuenta hablar con él respecto al tema y los dos llegaron a la conclusión de que la relación no podía seguir, fue una decisión agridulce, porque aunque le gustaba Jiwon su corazón le seguía perteneciendo a alguien más. Sin más ambos partieron por su propio camino sin sentimientos amargos entre ellos.

Amigo mío      •Koomin Au•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora