Eso Hacemos
Ya había pasado tres días desde lo sucedido con la broma, ya habíamos limpiado un baño del segundo piso, faltaba el de prefectos y la sala de trofeos. A la mañana siguiente del día de la broma, McGonagall me envió una carta indicando que iba a hacer en el salón de transformaciones durante un mes. La primera semana íbamos a escribir un ensayo individual sobre la importancia de la armonía escolar, la segunda semana era sobre la disciplina, cada ensayo debería tener un mínimo de seiscientas palabras. La tercera semana debíamos organizar los libros que se encontraban dentro del aula y la cuarta semana tendríamos que leer un libro llamado "disciplina, obediencia y respeto".
No me parecía algo muy fuerte, tal vez aburrido, pero no era él peor castigo del mundo. Incluso me agradaba el castigo de la última semana, no era un libro de mi agrado, pero dedicar una hora a la lectura me parecía buena idea.
Durante la limpieza del baño, los cuatro jóvenes decidieron no dirigirme la palabra. Cuando llegue los salude alegremente y solo me devolvieron una sonrisa fingida. Varias veces intenté empezar una conversación y solo asentían con la cabeza. Decidí no seguir insistiendo, si ellos no querían hablar conmigo, era su problema, no iba a rogar por su atención.
El día de hoy teníamos que limpiar el baño de prefectos. No iba a dirigirme a ellos, tenía el suficiente orgullo como para ignorarlos todo un año. Tenía planeado llegar con una actitud alegre, pero verlos con desprecio, sabía que era muy exagerado, pero estaba enojada por sus conductas. Durante todo el castigo en el aula de transformaciones, los tres jóvenes se pasaban notas entre ellos, no se atrevieron a dirigirme la palabra, lo cual me causaba un conflicto.
Había decidido darme una oportunidad de conocerlos, de divertirme con ellos. Expulse todas las ideas malas sobre ellos, había dejado a un lado la inseguridad de tener amigos. En cambio estos idiotas solo me dejaron de hablar.
Estaba saliendo de mi última clase del día, lo que significaba que tenía que dirigirme al salón de transformaciones para mi castigo. Mientras caminaba sentía que alguien me seguía, no quería sentirme acosada, tal vez solo era un estudiante caminando por los mismos pasillos que yo. Decidí ignorar esa sensación y seguí caminando, pero cada vez esa persona se iba acercando más a mi, un pasillo antes del salón de transformaciones pare en seco, enfrentando al posible acosador o viendo que persona tenía el mismo interés por el camino al salón de transformaciones.
Cuando me gire me llevé una sorpresa, era mi hermano el acosador. Se me quedó viendo esperando algo, no sabía porque me seguía, pero tampoco se lo iba a preguntar, conocía lo suficientemente a mi hermano para saber que no me lo iba a decir e incluso se iba a molestar por la pregunta. Lo salude amablemente esperando que no iniciara una conversación problemática, no solo porque no quería problemas con el, también porque ya casi llegaban los cuatro chicos.
—Te dije que te alejaras de esos chicos, no soy buenos para ti.— Esa era su respuesta a mi saludo. No quería pelear con él, debido a que al parecer ya no compartía lazos de amistad con los merodeadores, si es que alguna vez los tuvimos, además no quería pelear por algo tan absurdo como lo es eso.
—No es tu decisión con quien me relaciono.
Contraataque ante su comentario. Sabía que con ese comentario algo despertaría dentro de Anthony, enojo y su necesidad por recuperar el control de una situación que no era de su incumbencia.
—Soy tu hermano mayor, yo decido lo que es mejor para ti.— Con esa frase estaba decidido que la pelea iba a iniciar, mis esfuerzos por evitar una pelea fallaron. Sabía que no lo había intentando, pero mínimo sabia que no quería una pelea.
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☆ Cʜᴏᴄᴏʟᴀᴛᴇ Sᴛᴀʀs ☆ | Remus Lupin
FanfictionKristel es una joven bruja que acaba de sufrir una pérdida que cambiará su vida. Remus es un mago que ha llevado una vida de cambios que no siempre puede controlar. Ambos aprenden a llevar su nuevas vidas, rodeados de amigos que los apoyan, mientras...