¿Qué pasaría si el tiempo de toda una vida estuviese marcado por los granos de arena de un reloj? ¿Cómo conseguir que un segundo se detenga, cuando el tiempo mismo parece ser tu peor enemigo y tu mejor aliado?
Si quería salvar mi propia vida debía ponerme en marcha; tenía que tomar una decisión pronto, porque cada momento se me escurría como agua entre los dedos.
Y, antes de darme cuenta, ya no tenía tiempo.
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Cuentos de Arlan I: El Guerrero
Fantasy«Vacié mi bolsillo como pude, dejando que el Reloj, mi llave y una pequeña perla de cristal cayeran sobre el pasto. Esa perla diminuta había sido la causante de todo lo que había pasado los días anteriores y, aunque al final la había conseguido, el...