Uchiha Menma // Mitsumen

II

—¿Exámenes chunin?—

Preguntaron los tres.

—hai, los recomendé, se que están listos, vendrán equipos de las demás aldeas, así que tendrán que esforzarse—

—juro que no me rendiré dattebasa, ese es mi camino ninja—

—Bien chicos los exámenes son dentro de un mes, tenemos tiempo—

—le diré a mis madres que me entrenen—

Dijo la pelirosa emocionada.

—yo quizás vaya con mi padre—

Dijo Mitsuki con una sonrisa leve sin mostrar sus dientes.

El Uchiha se sentía un poco mal, el no podía entrenar con sus padres, ahora que hablaban de padres, su oka-san iba a encontrarse con alguien lejos de aquí y tenía que darle el almuerzo antes de que se fuera.

—chicos me acabo de acordar que tengo que irme, nos vemos después—

Corrió a su casa como si lo persiguiera el Shinigami y ni siquiera se quitó las sandalias, eso no se lo digan a su oka-san, preparó el almuerzo y volvió a correr hacia la entrada de la aldea.

—haa, haa, Izumo-san, Kotetsu-san, ¿Mi oka-san ya se fue?—

—si, hace pocos minutos, quizás la alcances—

—¡arigato!—

Mientras tanto con Naruto este iba corriendo hacia el punto de encuentro, se detuvo cuando llegó a una torre, abrió la puerta y ahí lo vió, sonrió con sus ojos cristalizados y abrazó con cariño a su esposo.

—te extrañé dattebayo—

—yo también—

Dijo besándolo.

El pelinegro sintió un extraño chakra detrás del rubio y sin pensarlo lanzó una shuriken.

—¡Oka-san!,¡¿Acaso estás engañando a oto-san?!—

—M-menma no es lo que crees—

—pués lo estoy viendo muy bien y usted señor, ¿No le da vergüenza meterse con alguien casado?—

—¡Menma!—

Regaña Naruto un poco sonrojados.

—¡Deja que hable oka-san!, ¡Vamos responde!—

Dice con el Sharingan activado.

—así que Menma, eres igual de usuratonkashi que tu madre—

Responde sonriendo y acercándose.

—¡¿Usura... qué?!, Itte...—

Lo último lo dijo al sentir un golpesito en la frente.

—no puedo crecer que con fotos en la casa no reconozcas a tu propio padre Menma—

El niño abrió los ojos como platos y estos se llenaron de lágrimas que no tardaron en recorrer sus mejillas.

—¡Oto-san!—

Sollozó abrazando con fuerza al Uchiha mayor, quién también correspondió el abrazo, una escena muy conmovedora para el Uzumaki.

—¡no me dejen fuera dattebayo!—

Dijo uniéndose al abrazo.

—esto se siente tan bien—

Susurra el menor frotando su cara en el torso de los adultos.

—por cierto, ¿Cómo nos encontrastes?—

—ah estem... te traía el almuerzo y te ubiqué al sentir tú chakra—

—ya veo, entonces supongo que tenemos un pequeño ninja sensorial, ¿No lo crees Sasuke?—

—si—

Respondió orgullo

—¿Volverás a la aldea?—

Preguntó con ilusión

—quizas y esté unos días—

Responde frotando el cabello de su hijo

—¡Genial!, Dentro de un mes son los exámenes chunin, se que mamá está ocupado en la torre Hokage pero ¿Puedes entrenarme tú?, Mis compañeros van a entrenar con sus padres y madres, a mí me gustaría hacer lo mismo—

Dijo evitando ver a sus padres, si bien podría entrenar solo, pero igual quería pasar tiempo en familia.

—está bien, ahora vayamos a casa—

Se agacha dándole la espalda al azabache menor quien entendió y emocionado se subió en los hombros de su padre haciendo que el único rubio riera y tomara la mano de su esposo.

—por cierto teme, no te libras de la paliza de Sakura-chan, dice que me haz descuidado mucho—

Al mencionado la calló una gotita en la nuca.

                                ~•~

—¡SHANNARŌ!—

Gracias a Dios, Sasuke esquivó el golpe, también fue una suelte que no lo recibiera la casa.

—tía Sakura va a matar a mi oto-san, quiero pasar un poco de tiempo con él sabes—

Dijo riendo

—awww Menma-kun eres muy lindo, de seguro tienes muchos chicos detrás de ti—

Comentó apretando mis mejillas y él se dejó hacer porque le gustaba.

—Menma no tendrá novio hasta que tenga cuarenta y no viva bajo nuestro techo—

—¡Ehhh!, ¡¿Por qué no?!—

Pregunta espantado

—Aún estás chiquito—

—hay niños de mi edad que ya tienen novio—

—igual no vas a tener novio—

—hmm eso es injusto—

—ya dejen el tema, por si no lo notaron Sakura y Hinata ya se fueron—

Ambos miraron a su alrededor y si, ambas mujeres se habían marchando.

—oto-san dice que no puedo tener novio—

Señalo

—claro que no, dobe dile algo—

—teme, nuestro primer beso fue en la academia—

El niño abrió sus ojos sorprendido.

—¡Yo ni siquiera he tenido mi primer beso dattebasa!—

Gritó aterrado

—No te apresures Men, todo llega a su tiempo—

—odio esperar—

Hizo un puchero.