Prólogo

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Qué mejor lugar para vivir un romance que en la mismísima ciudad del amor. Louise Graham había escuchado de parte de algunas de sus amigas lo complicados que podían ser a veces los chicos; los comentarios que salían de la boca de sus amigas mencionaban cosas como que algunas veces varios ni siquiera sabían lo que querían realmente. A Louise le gustaba que las personas fueran claras con ella, por lo que algo así con un chico seguramente influiría para no terminar con alguien así.

"¿Qué quieren? ¿Qué sienten? ¿Qué piensan? A veces me gustaría leer sus mentes, pero otras veces prefiero no saber. Me da nervios hablar con ellos, me da vergüenza mirarlos, me da temor acercarme a ellos. Pero también me da emoción conocerlos, me da curiosidad descubrirlos, me da ilusión enamorarme, pero... no estoy segura. ¿Será esto normal o solo soy una tonta?"

Algunos de esos comentarios rondaban por su cabeza, pero tenía claro que si quería descubrirlo, algún día con el chico indicado, tendría esa oportunidad de poder saber cómo se comportan y si realmente vale la pena tener una relación.

Louise era una chica algo introvertida, no le gustaba llamar la atención ni meterse en problemas. Prefería leer un buen libro o escuchar música en su habitación. Sin embargo, de vez en cuando le gustaba pasar tiempo con sus amigas cercanas, con las que compartía sus secretos y sueños. Era una chica que también tenía cierta actitud para diferentes situaciones, a veces podía ser algo ruda pero trataba de moderar su comportamiento. Louise era una chica de cabello castaño, con unos ojos marrones claros, algo grandes y bastante lindos; su color favorito era el rojo, casi siempre intentaba combinar con algo rojo su vestimenta.

Louise había nacido en París, Francia, prácticamente había pasado toda su vida en la capital francesa. La de cabello castaño realmente se sentía a gusto del sitio donde vivía, se sentía afortunada de poder vivir en una ciudad tan bella como esa, pero, a pesar de eso, llegó un punto en la vida de Louise en la cual reflexionaba en su cabeza que quería cosas nuevas, más experiencias por vivir.

Louise cursaba el último año de secundaria; además de conocer amigas y empezar a salir y tener que socializar un poco más, veía también cómo el interactuar con chicos se volvía más interesante para ella. Louise empezaba a pensar que en algún momento viviría esa gran experiencia de vivir su primer gran amor, sabía que era aún muy joven, pero no podía negar que por dentro tenía muchas ganas de vivir algo así, y sentirse realmente amada por una persona de una forma más sentimental.

Al final del último año de secundaria los maestros se preparaban para organizar el baile anual de graduación. Como ya era costumbre, los alumnos de cierta forma ya tenían idea sobre aquel baile y que era el momento idóneo para que algunas parejitas pudieran bailar y disfrutar un momento así de especial juntos. Louise sabía que tendría que escoger a su pareja o esperar a que algún maestro eligiera una pareja para ella. La de ojos marrones sabía perfectamente que lo más probable es que ella fuera elegida, ya que realmente no tenía un chico con el cual poder ir al baile, y así fue.

Louise al ver que sus demás compañeros empezaban a tener pareja ella se ponía nerviosa con el hecho de pensar que se quedaba sola, realmente no sabía qué esperar como compañero para el baile. Así fue hasta que una de las profesoras llamó a su nombre y le indicó con quién estaría interpretando el baile para la canción de la graduación. Un nombre que seguramente quedaría grabado en su mente por el resto de los siguientes años.

—Louise Graham, ven —dijo la maestra haciendo una seña con su mano—, tú irás con Antoine Dubois.

—¿Perdón...? ¿Quién? —cuestionó la castaña frunciendo el ceño.

—Antoine Dubois, eso dije niña, ven —replicó la maestra tomando del brazo casi a la fuerza a Louise.

—Ay, no, con el nerd... —dijo Louise en voz baja y con una expresión de desagrado en el rostro.

La Vie d'AmourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora