Jean Kirstein

1.1K 36 1
                                    

N: AU, sexo, fantasías.

Mi cuello se sentía tenso, al igual que mis hombros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi cuello se sentía tenso, al igual que mis hombros. Mi pierna derecha se había adormecido hace unos minutos. Hice una mueca. Estar quieta era más difícil de que lo pensaba.

El hombre enfrente mío se hallaba moviendo el brazo con el que me estaba retratando. Hemos estado así durante más de media hora, sin hablar, nada. Su nombre es Jean Kirstein, es un artista y profesor de la prestigiosa universidad donde estudio. Es un hombre realmente atractivo y completamente mi tipo. Su cabello castaño lo llevaba un poco largo, el flequillo le golpeaba la frente así que estaba constantemente peinándolo hacia atrás. Tenía un poco de barba recortada en la barbilla y a lo largo de su mandíbula. Él es atractivo y caliente en mayúsculas.

-Ya hemos terminado por hoy -me avisa luego de unos minutos, comenzado a guardar sus lápices y demás.

Suspiré, saliendo del modo estatua. Moví mi cabeza y hombros, estiré mi pierna para que mi sangre circule nuevamente. Visualicé mi ropa en el fondo de la habitación, avancé hacia allá y entré al vestidor. No me encontraba desnuda, llevaba puesta mi ropa interior color piel para la ocasión.

-Antes de que te vayas, debo hablarte de algo -dijo en voz alta para que pudiera escucharlo claro.

-Claro -respondí saliendo del vestidor, tomé mi bolso y me acerqué a él, quien ya cargaba sus cosas, pero se mantenía sentado en el taburete con una pierna apoyada en el asiento y la otra en el suelo. Pude notar como sus bíceps se abultaban y, si miraba más abajo, podía ver sus venas rodeando sus brazos y manos. Que discreta.

-Ya estamos cerca de la exposición y aún me falta la última pintura. Necesito que, para esa, no lleves nada más que un vestido semitransparente, ¿crees que puedas hacerlo? -me mira fijamente mientras me lo pregunta. Ve mi asombro e inquietud, ¿estaremos en una habitación por dos horas, mientras estoy casi desnuda y a su total disposición? Claro que sí -. No será como estas sesiones, esta vez tomaré fotos. Será rápido, te lo prometo.

Ah, bueno.

-No hay problema, Jean -asentí, ocultando la decepción que repentinamente me invade bajo la piel. Al menos lo veré por un rato.

-Okey, entonces nos vemos -se levanta del taburete, me da una sonrisa corta y se marcha, con su bolso colgando en frente.

Él me gusta desde el momento en que lo conocí y es confuso porque nunca me había sentido así por nadie más. Suspiro suavemente, tratando de convencerme que no me gusta, que él solo me atrae, pero solo me estoy mintiendo a mí misma.

Por la noche, en mi departamento, bebo vino y escucho un poco de música mientras lo sigo teniendo en mi mente, dando vueltas como un torbellino con hombros anchos y brazos fuertes, manos talentosas, dedos largos manchados de carboncillo.

Entonces todo se torna más caliente. Me lo imagino acostado, mirándome desde abajo con esos ojos que me invitan a unirme a él. Hay pintura azul bajando por su pecho trabajado, arrastrándose por sus abdominales y él sigue con su mirada fija en mí, expectante, esperando que me mueva. Tiene el botón y el cierre de sus jeans gastados desabrochados, así que puedo ver cómo su polla se marca en su ropa interior, tan dura que trata de liberarse.

SNK One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora