El Encuentro De Dos Almas

Equilibrio

-La amenaza a acabado, debes volver al castillo- dijo el rey de Daegu a su pequeño hijo de ojos azules-se que estas acostumbrado a este ambiente, pero ya llegó la hora de mostrarte al mundo, ya a llegado la hora de que tomes tu lugar como heredero al trono.

Yoongi al escuchar las palabras dichas por su padre, sintió un alivio tremendo en su corazón, pues a él no le gustaba el estar encerrado, el quería conocer lo que avía más allá de su alcoba y jardín, pero a su mente llegó el pensamiento de el pequeño peli negro, que siempre iba a visitarle y a llevarle bocadillos y presentes.

Su alma se estrujó, su mirada se entristeció al pensar que debería dejar al pequeño atrás - ¿tienes alguna objeción?- preguntó el rey, Yoongi que era temeroso de su padre, decidió hacer aun lado los sentimientos que empezaba a desarrollar por el chico y negó levemente con la cabeza- bien, toma lo que creas que más necesites, partimos en vente minutos-dijo el rey antes de salir de la alcoba.

Yoongi tras escuchar un portazo, comenzó a caminar desesperadamente, pues no se le permitía salir de la habitación, y el pequeño Jimin no iría por que su padre avía llegado, así que no podía despedirse de él, arrojó un jarrón a la pared y grito de furia y desespero,se tiró al piso y comenzó a llorar, por que no podía hacer nada para despedirse de su pequeño amigo.

Transcurridos los venté minutos dados por su padre, decidió pararse y tomar entre sus manos la pequeña cajita que contenía un pequeño muñeco en forma de un lobo negro, lo acarició y devolvió el pequeño objeto a su caja, la que guardó en su bolsillo, y aun con el corazón roto se marcho y no miro atrás .

(***)

Mientras las ruedas del tren comenzaban su marcha hasta la ciudad de Daegu, las lágrimas bajaban por mis mejillas, mientras me lamentaba, odiaba y resentía por no decirle nada a mi pequeño, miré un momento por la ventana y creí aver visto su pelo negro, pero solo era un cuervo que volaba libremente, guiado por el viento.

Una de la chicas del servicio se acercó Ami, y me extendió una bandeja que contenía unos pequeños mochis , cuando la chica se retiró llore de una forma desconsolada por que todo me recordaba Ami pequeño de mejillas regordetas, y más por que estos eran su postre favorito

Tratando de disipar mis lagrimas miré a otro lado, donde avía un pequeño niño de unos tres años que reía amenamente con sus padres, un pequeño de piel pálida pelo rubio muy parecido a mi pequeño, ¿por que no pude traerlo con migo?, daría todo por tan solo despedirme de él.