Prólogo.

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Era la décima vez que se paraba frente al espejo con un pantalón diferente.

Analizó el conjunto recorriendo con la mirada su cuerpo de arriba a abajo a través del reflejo. Soltó un grito de frustración que terminó en un quejido. Casi como si fuese a llorar.

De verdad no se entendía. Él había estado listo hacía media hora atrás. Pero Kim Taehyung tenía un impulso por cambiar de planes al último minuto, y ese día en específico, en su salida con Jungkook, no era la excepción.

Su outfit del día consistía en una camisa azul marino y un suéter de tejido color blanco. Había batallado toda la tarde en si debería ponerse el collar dorado con el juego de pulseras y los tres anillos o irse por algo más simple y ponerse tan solo un juego de collares sencillos.

Creyó que eso había sido una decisión difícil, pero era porque no se había enfrentado al tema de los pantalones.

La situación era la siguiente.

Le quedaban quince minutos para salir de su casa y esperar a Jungkook y él ni siquiera se había peinado.

Es más. ¡Le faltaban los malditos calcetines!

Si seguía de esa forma no podría reclamarle a Jungkook por llegar tarde y contar su para nada planeado cuento de cómo estuvo esperando por él media hora en el fresco de la tarde. Sin omitir el hecho de que si se enfermaba podría echarle la culpa al pelinegro.

¿Por qué tenía la necesidad de comportarse de esa manera con él? Ni si quiera Kim Taehyung lo sabía.

Ese chico Jeon, era muy raro. O quizá solo se trataba de su complejo de superioridad. Jungkook era un chico guapo y fornido que gritaba a kilómetros "heterosexual" así que, en su defensa eso lo hacía sentirse inseguro. Claro, el hecho de que estaba a punto de salir con un compañero de su trabajo no era de gran ayuda en esos momentos. Si todo terminaba mal todo sería asquerosamente incómodo.

Los primeros días en el café se la pasaba concentrado en su trabajo y parecía ignorar cualquier comentario que Taehyung le hiciera. Pero ahora parecía que el chico estaba obsesionado con él. Eso o había adquirido un extraño interés por el castaño.

Tan raro, que hacía que un escalofrío recorriera su cuerpo completo.

Dejó de pensar en tonterías y terminó de cambiarse y arreglarse.

Al final se colocó los pantalones color mezclilla y los primeros tennis que encontró. Cepilló su cabello y apenas le dio tiempo de pasarse la plancha y hacerse unos cuantos rulos.

Suspiró mientras se colocaba la colonia que le había regalado su antiguo amigo. No sabía por qué se empeñaba tanto en aquella salida. Se sabía el cuento de memoria, pues era una situación que había vivido más veces de las que le gustaría contar. Algún muchacho curioso le pedía una cita, él aceptaba y si las cosas salían bien seguían viéndose por unas semanas hasta terminar en algo más. Luego, despertaba solo y mientras iba en el bus hacia su casa se aseguraba de dos cosas; avisarle a su mamá que llegaría en unos minutos y bloquear a aquel nombre más en su lista de parejas fallidas.

Llegó una notificación a su celular. Era Jungkook, acababa de llegar y estaba esperándolo a una cuadra de su casa (por indicaciones de Taehyung).

Maldijo mentalmente. Todo parecía indicar que no podría salir nada bien esa tarde.

Y aunque no se quejaba de cómo había manejado su vida romántica hasta ese punto, se sentía algo ridículo con esa ropa y ese sutil maquillaje que había colocado en sus párpados. Es decir... Su última salida había sido hace... ¿Dos semanas? Quizá tres. Y si seguía su política de relaciones, se estaba adelantado unos cuantos días.

YES OR NO? "KookTae" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora