Dos.

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Tomas llegó al templo Shirai Ryu, cuando llegó  debieron ser más o menos las 8 pm, su hermano Kuai Liang, Harumi y Hanzo estaban cenando, y vieron a Smoke pasar de largo por el comedor y dirigiéndose a su cuarto. Claramente, su hermano, preocupado por Tomas, fue a verlo enseguida.

Abrió lentamente la puerta corredora de la habitación, y miró a su hermano, quien estaba en su cama en posición fetal. Cerró la puerta detrás de él, se acercó a Smoke y tocó su hombro.

— Oye, Tomas... ¿Qué pasó? ¿No vas a cenar? —. Preguntó su hermano, frotando el hombro del joven en forma de consuelo — ¿Cómo.. Cómo te fue con Kitana? —. Preguntó, aunque viendo el estado de su hermano, supuso que lo había rechazado o... Tenía a alguien más.

— No quiero hablar de eso... Y.. N-No tengo hambre... —. Dijo Tomas, en un tono bajo y desanimado, con la voz quebradiza.

Kuai lo miró, dando un suspiro mientras miraba con preocupación a su hermano menor. No le gustaba verlo triste, era su hermanito... Odiaba verlo triste. Kuai se sentó al lado de Tomas y lo hizo voltearse.

— Oye... No quiero que estés triste por esto, ¿sí? No debes llorarle a nadie, ¿oíste? Eres un hombre maravilloso, guapo, amable y sensible. Miles de mujeres morirían por estar contigo —. Dijo Kuai, en un tono suave, acariciando el hombro de su hermano mientras miraba su rostro. Los ojos de Tomas estaban llorosos y tenía un ligero puchero. Odiaba ver a su hermano así —. Oye, Tomas. Escúchame, no me gusta verte así. Eres un chico tan enérgico y alegre, es raro verte desanimado... Y me entristece también, porque eres mi hermano. —

Tomas soltó un suspiro y se sentó junto a Kuai, apoyando su cabeza en el hombro de su hermano y soltando un pequeño sollozo.

— Es que... Y-Yo.. lo- —. Tomas se corrigió
enseguida — Yo la amo... E-Es una mujer maravillosa.. Tan encantadora... Uh... Su cabello lacio.. T-Todo de ella, me encanta... E-Es mi.. Mi chica ideal.. — Dijo Tomas, realmente no sabía mucho que decir respecto a Kitana, es decir, era linda, pero obviamente no podía expresarse de la misma manera que se expresaba cuando hablaba de Syzoth. El zaterrano era el amor de su vida... Podría pasar horas hablando de él y de lo mucho que lo amaba.

Kuai pareció no notar el pequeño error de su hermano al hablar. Suspiró  nuevamente y frotó el hombro de su hermano.

— Yo.. Lo sé. Y lo lamento mucho... Puede que te gusté mucho, pero tal vez esto pasó porque no era la persona indicada para ti. A lo largo de tu vida encontrarás otra persona a quien amar, otra persona que si te amara y te aprecie mucho, y ella será el amor de tu vida. Te lo digo en serio, hermanito... Eres un hombre grandioso —. Habló suavemente y apoyó su cabeza sobre la cabeza de Tomas.

Tomas sintió como las lágrimas ya comenzaban a brotar de sus ojos, cayendo por sus mejillas mientras soltaba otro sollozo.

Nadie podía compararse con Syzoth para Tomas, era hermoso. Sus ojos verdes, su cabello corto color azabache, su sonrisa, su risa tan única, sus tatuajes y la forma en que resaltaban en su pálida piel, su personalidad tan especial... Nadie podría compararse con Syzoth, absolutamente nadie. Era el hombre más hermoso que Tomas pudo haber visto en su vida.

— N-No... Ella.. E-Es especial... Es única.. Es la única mujer en mi mente.. La que me vuelve loco con solo pensar en ella, la.. La más hermosa... — Habló Smoke, con la voz quebradiza y poco audible.

 𝘐'𝘭𝘭 𝘸𝘪𝘴𝘩 𝘐 𝘣𝘦 𝘢 𝘨𝘪𝘳𝘭... || Symas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora