𝘏𝘢𝘯𝘢𝘩𝘢𝘬𝘪: 𝘚𝘢𝘯𝘦𝘎𝘪𝘺𝘶𝘶 ୧ ‧₊˚ 🍵 ⋅ Pausado.

『1』

Mis ojos miraban, miraban a esa persona a la cual le entregué mi corazón sin que se diera cuenta. Las lágrimas recorrían mis mejillas ¿cómo no pude haberme dado cuenta de esto? lo peor es que sentía la necesidad de vomitar.

Me alejé del lugar mientras me cubría la boca con una mano y sin poder evitarlo, empezé a toser sin descansar. Mis manos estaban llenas de flores, odiaba el momento en que me enamoré de él pero él no tenía la culpa de esto. Me alerté al mirar a mi mano, ya no eran simples pétalos, eran flores y estaban manchadas con rastros de sangre.

Mi corazón dolía demasiado, aún así me seguí alejando, era mi culpa por haberme enamorado de alguien que nunca se me fijaría en alguien como yo y probablemente él me odia.

Quería ser esa chica, quería que solo él acabará con mi sufrimiento pero nunca sería capaz de decirle mis sentimientos, lo que siento al estar cerca de él. Mi respiración se volvía entrecortada, solo necesitaba llegar a mi hogar, lo haría y eso significa que llegaría ahí aunque tenga que arrastrarme.

¿Cómo ocurrió todo esto?

─ “¡Señor Tomioka!”─ exclamó una voz que me saco de mis pensamientos, mis ojos se encontraron con esos ojos rojizos.

─ “Discúlpame, ¿puedes repetirlo?”─ Pronunció el ojiazul mientras dejo escapar un suspiro, estaba pensando en demasiadas cosas.

El pelirrojo miraba al ojiazul y un puchero se formó en su rostro.

─ “¿Le pasa algo? Últimamente lo veo muy distraído”─ Habló Tanjiro y levantó su nariz como si fuera un lindo cachorro olfateando un nuevo aroma.

El ojiazul negó con la cabeza ante las palabras del pelirrojo, solo pensaba en algunas cosas y era en las raras sensaciones que estaba empezando a sentir, pero no quería comentarle eso a un chico como Tanjiro, si bien él estaba dispuesto a ayudar cuando se lo decían, no quería darle un peso a sus hombros, ya tenía bastantes y no había necesidad de contarle lo que sentía.

─ “No es nada, solo ando preocupado, como sabrás los demonios están demasiado tranquilos en las noches.”─ Mintió, no había forma de mentir al pelirrojo, su olfato nunca le fallaba.

Aún así él entendió que el ojiazul tenía sus razones y que quizás no debía entrometerse, así que le sonrió, sabía que si el ojiazul realmente necesitaría ayuda se lo diría.

─ “En ese caso, le decía que pronto tendré un entrenamiento con el señor Shinazugawa”─ Comenzó a hablar y le contó algunas cosas que le había dicho el albino.

Pero la cabeza del ojiazul comenzó a volar, su cabeza empezó a recordar al albino, últimamente pensaba mucho en él y no sabía la razón, sentía sus mejillas calentarse ¿qué estaba sintiendo? era cierto que le tenía una admiración a Sanemi y también respeto aunque esté siempre le diga "Rata silenciosa" eso no impedía tratarlo con el respeto que se merecía.

─ “Tanjiroouuuuu!”─ Una voz aguda resonó entre los dos, era fácil de reconocer quién era.

Zenitsu llegó y se lanzó sobre el cuerpo de Tanjiro, haciendo que pierdan el equilibrio y los dos se caigan al suelo, el rubio estaba haciendo berrinches porque no quería tomar su medicina y fue ahí que el ojiazul regresó a la realidad y recordó donde estaba, en la finca de la pilar del insecto.

Miro la interacción entre los dos chicos, como Tanjiro trataba de calmar el berrinche y lloriqueo de Zenitsu.

De manera silenciosa desapareció del lugar como siempre lo hacía, ahora estaba a las afueras de la finca de Kocho. Camino tranquilamente mientras su cabeza se hundía en pensamientos profundos una vez más.