𝘏𝘢𝘯𝘢𝘩𝘢𝘬𝘪: 𝘚𝘢𝘯𝘦𝘎𝘪𝘺𝘶𝘶 ୧ ‧₊˚ 🍵 ⋅ Pausado.

『3』

Quiero pasar tiempo contigo.

Esas palabras se repetían una y otra vez en la cabeza de Sanemi, parpadeó algunas veces mientras miraba a Giyuu definitivamente este no estaba bromeando ante lo que había dicho y no sabía como interpretar esas palabras ¿Pasar tiempo conmigo? ¿Tan repentinamente? ¿Por qué? ¿De que manera? ¿Ahora mismo?

Esas preguntas y muchas más relacionadas empezaron a invadir la cabeza del albino por lo que se aclaró la garganta y hablo.

─“¿Qué mierda acabas de decir?”─ dijo, parecía irritado con lo que había dicho el ojiazul, se cruzó de brazos mientras junto a él, Iguro movió su cabeza en desaprobación.

─“Sería mejor que te vayas y no nos interrumpas, de por si tú presencia es irritante”─ Susurró mirándolo, frunciendo ligeramente el entrecejo, junto a él kaburamaru saco su lengua.

─“No me iré”─ agregó el ojiazul con una expresión de seriedad en su rostro, a pesar que por dentro sentía que las piernas le temblaban al decir algo así.─ “Yo quiero entrenar contigo, dijiste que me había vuelto débil, quiero demostrarte que eso no es así.”─ Finalmente dijo en un tono de desafío y a Sanemi le encanta los desafíos.

El albino cambio su expresión, una sonrisa burlona apareció en su rostro. ─“Deberías haber dicho eso desde un principio”─ dijo mientras miraba a Iguro, este asintió en aprobación, definitivamente iba a burlarse del pilar del agua un poco.

El ojiazul los miraba como interactúan, por dentro estaba de alguna manera nervioso y emocionado, había desafiado al pilar del viento, normalmente no le gustaba hacer eso, prefería no estar en problemas con los demás pero necesitaba comprobar que más siente al estar a su lado.

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Su respiración estaba acelerada, una gota de sudor bajo de su frente mientras sus ojos miraban a los de su contrario, el cual tenía una sonrisa divertida en su rostro. Apretó el agarre en la empuñadora de la katana de madera y volvió a atacar, habían estado por algunas horas combatiendo y ninguno parecía querer perder.

Aún así el albino conseguía darle uno que otro golpe al ojiazul. ─“Nada mal ratita, aún así pareces concentrarte en otra cosa mientras estamos peleando, mírame a los ojos”─ Ordenó mientras dió el segundo ataque.

Sus ojos se encontraron con los del albino y trago saliva nervioso, estaba siendo difícil controlar el ligero temblor en sus piernas al tenerlo tan cerca ¿Por qué le afectaba demasiado tener al albino tan cerca? Parecía ser el único que se sentía así, pues al albino ni le importaba que pasaba, solo quería conseguir la victoria.

─“Felicidades ratita, lograste conseguirlo”─ Elogió el albino con un tono burlón en su voz, mientras detenía sus ataques, para luego estirar sus extremidades de manera perezosa, había sido agotador pero fue bueno, así se mantenía en forma.

Fue ahí que el ojiazul bajo la guardia y sintió que su vacío corazón empezaba a latir rápido, la manera en que lo elogió el albino le gustó y fue ese momento de debilidad suficiente para que él albino contra atacará, el pobre ojiazul se encontraba una vez más debajo del albino.

─“Nunca debes bajar la guardia ¿no es algo que una vez me dijiste ratita?”─Susurró cerca de su oreja, el ojiazul casi grita de la impresión, al tenerlo tan cerca. ─“Parece ser que ya estás olvidando ciertas cosas.”─ agregó mientras soltaba una carcajada.

Giyuu se alejo de él de manera brusca, su rostro estaba demasiado rojo y de golpe se puso de pie dándole la espalda, se negaba a ver a Sanemi y este por su parte quedó desconcertado ante tal comportamiento de su parte y solo volvió a reír.