2

261 23 6
                                    

✧・゚: *✧・゚:*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✧・゚: *✧・゚:*

El día pasó volando, y sin darme cuenta nos encontrábamos en un viernes por la noche. Mañana, jueves, faltaban dos días para el sábado, mi día favorito, pues hacíamos una jornada corta, es decir que filmábamos hasta no mucho más del mediodía y de ahí nos daban la tarde para hacer lo que queramos.

Al menos ellos, yo, al ser extra, había terminado mis partes esa misma semana, sin embargo aún quedaban por filmar unas cuantas tomas más, pero más acercado al final. y, al ser ahijada del director, tenía permitido quedarme como una más en aquel set.

Amaba los sábados. Ir a recorrer el centro con los chicos y no tener que andar sola todo el tiempo.

Mientras tanto venia en la espalda de Juani, quien me cargaba rumbo a una de las cabañas con el resto de los chicos.

- escuché que hay un buen boliche para ir por acá.- dije animando al grupo a hacerme la segunda.

- Con vos no voy ni en pedo a un boliche- dice Felipe, que raro.

- Fua loco ya empezas- digo abrazando a Juani.- Aparte ni te estoy invitando.

- ¿Pueden para de pelear por cinco minutos?- la voz de Fran demostraba que ya estaba harto de nuestras peleas diarias.

- De tanto que se pelean parece que se tiene ganas ya che- Dice ahora Esteban, para seguido ganarse una mala mirada de ambos y seguir con nuestra discusión.

Juani aprieta su agarre en mis muslos.

Mi mirada se cruza con los ojos de Matías, quien me miraba con una pizca de complicidad y desafío.
Enseguida mi ceño se frunce y una mueca de confusión invade mi cara.

- Los que se pelean se aman- Suelta Matías sin despegar su vista de la mía.

Enseguida pongo cara de disgusto. Divisando como Juani se tensa y Felipe se pone colorado y enseguida lo empieza a putear.

Estaba claro que Felipe cuando se enojaba parecía el angry bird rojo. Sin embargo aún no entendía por qué el desafío en la mirada del castaño menor.

Blas se acerca al oído del mencionado anteriormente y le susurra algo. Este simplemente golpea su hombro y se echa a reír.

- ¿Bueno comemos algo juntos antes?- Suelta Enzo para aliviar aquel silencio incómodo que se había formado en tal sólo dos minutos.

y dicho esto el grupo completo se dirige a una de las cabañas que se encontraban ahí.

Estas cabañas las usábamos como un tipo de hotel.

Al llegar a la puerta de la cabaña Juani me baja delicadamente, sacudiendo la poca nieve que tenía en mi cabeza. En ese momento sólo pude fijarme en las mejillas encendidas del chico. Al parecer el frío los estaba matando pobre.
Llevo mis manos a sus cachetes en un intento de calentarlos para que volvieron a su color habitual.
Pero lo único que conseguí es que ahora toda su cara se ponga de ese color. Enseguida retiro mis manos.

¿Le habrá incomodado aquello?

Sin prestarle atención me adentro hacia el interior de la cabaña y me acomodo cerca de la estufa. Donde se encontraba Felipe y Blas sentados charlando de quien sabrá que.

- ¿Puedo?- digo señalando en lugar para sentarse junto a ellos enfrente de la estufa. Me estaba congelando

- No
-Si

Dicen Blas y juani al mismo tiempo. Estos intercambian miradas rápidamente, Blas cagando a pedos a aquel castaño de ojos celeste, quien me miraba con un notorio odio.

- Si, si puede- dice ahora Blas, remarcando con violencia esas palabras para que Otaño deje de molestarme.

- Me cago de frío- suelto para alivianar el ambiente.
Apoyando mi cabeza en el hombro del ruliento.

- y mamita con esa camiseta como no te va a dar frío- me boludea Felipe, quien recibe un saque en la nuca por parte de Blas.
Enseguida miro mi atuendo. Que consistía en un pantalón calentito para dormir, una camperita y una camiseta del azul y oro debajo.
Enseguida mis cachetes se tiñen de color. Siempre me daba vergüenza cuando me cargaban, a pesar de que me ponía con un humor de mierda.

- Vos mucho no podes hablar gallinita- y empiezo a cacarear para joderlo.

- Los que murieron en madrid no hablan- fingió un bostezo.

- Los que estuvieron en la B no tienen opinión- devolví el comentario, viendo cómo su cara pasaba a ser una mueca de molestia.

- Bue chicos pueden parar de pelear- salta Juani para poniéndose atrás mío.- Cortala vos también Pipe.

- Que la defendes Jua- dice molesto por su amigo que se metió en nuestra discusión.

- No la defiendo.- la tensión crecía en al lugar.

- Seguro, esta es más fácil, cuidate eh.

- Sos un desubicado- seguido me levanté para irme- perdonen chicos, me voy.

- Bue, no te bancas una- seguía.

- Basta Felipe- Escuché como Enzo lo cagó a pedos por lo bajo.

- ¿Boe posta te vas?- me siguió hasta la salida.

- Y si, a no ser que me quieras decir otra cosa no?- dije sarcásticamente.

- Que tengas un humor de mierda no es mi culpa.- dijo y automáticamente me di vuelta para encararlo.

Me acerqué llena de furia hasta donde estaba, acorralándolo entre mi cuerpo y la pared.

- Acá el único con un humor de mierda sos vos- digo empujándolo con mis manos en su pecho, haciendo que retroceda un poco y choque con la pared.- Lo único que trato de hacer es que nos llevemos bien Felipe, no te puede costar mas- digo enojada.

- No forces algo que sabes que no va a pasar Amelia.- dice con un tono frío- Sabes que no me caes, deja de intentar.

No necesité otra palabra más para darme la vuelta y salir de ahí.

Supongo que jamás podríamos llevarnos bien.

intoxicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora