Violet estaba dormida, esperando que tal vez el tiempo pasara más rápido, y a su lado estaba el chico sexy, no me refiero al pequeño, no, a Thomas. Él estaba ahí, mirando como se veía Violet al dormir.
Empezaron las turbulencias, y el hermano de Thomas, por cierto, llamado Cameron, estaba asustado,
-soy joven para morir, soy joven para morir...- susurraba Cameron,-dejale el drama a las nenas- le dijo Thomas. Al avión ir moviéndose por las turbulencias, la cabeza de Violet se balanceaba de una lado a otro, y Thomas penso en una gran idea...Tomó el rostro de Violet, y suavemente le recostó la cabeza en su hombro, Violet entre dormida, se dio cuenta de lo que Thomas había hecho, solo sonrió un poco, se acomodo, y siguió durmiendo. Cuando se acomodo y movió su cabeza, Thomas se puso algo nervioso, por si despertarba, sería algo extraño, para suerte suya, Violet siguió en lo suyo.
El cabello de Violet caía sobre el pecho de Thomas, él no se resistió y empezó a acariciarlo, y a jugar con el, lo cual despertó a Violet.
-¿Qué haces?- le dijo Violet -
-solo jugaba con tu cabello, es muy lindo, tanto como su dueña-respondió Thomas.
Los dos comenzaron a reír, y Cameron los miraba como si fuesen un par de tontos.
-si se gustan, ¿por qué no se besan y ya?- dijo el chico. Violet y Thomas se pusieron rojos de vergüenza, y Thomas le pegó un empujón a Cameron. -¿qué te pasa idiota, como vas a decir eso?- le susurró Thomas a Cameron, con intensión de que Violet no escuchara. -¡no me golpees!, solo digo la verdad, y es más, te ayude un poco y lo sabes.- respondió Cameron.
Violet estaba algo incómoda, por que entonces, al parecer no era la única que notaba la atracción entre ella y Thomas.
- no prestes atención a las babosadas que el dice, solo es un niño-le dijo Thomas a Violet con sus mejillas aún rojas.
-no te preocupes..., no pasa nada, y no creo que sean babosadas, dicen que los niños siempre dicen la verdad- dijo Violet.
-¿que no dicen mentiras? Hahaha por favor, este chico parece ser mas hermano de pinocho que mío, se la pasa mintiendo cuando hace travesuras y no quiere problemas-dijo Thomas.
- exacto, cuando no quiere problemas... ¿esto en que lo afecta a él? ... creo que lo dijo porque parece que...- dijo Violet
-¿qué parece?-dijo Thomas algo desesperado
-pues... ya sabes que nos gustaramos..., aunque, ignora eso, hahaha, eso no puede ser- dijo Violet, queriendo estar muerta.
-no digas que no puede ser.. todo puede pasar nena.. todo.- dijo Thomas, con un toque de coqueteo.
Ambos rieron, y siguieron su charla, pero de repente se le ocurrió algo a Thomas. - y ¿si le hacemos caso al chico?-dijo Thomas. - ¿caso con qué?- dijo Violet, ya que habían dejado el tema atrás y no sabía bien a que se refería. -con lo del beso... hablo de que, si no nos gustamos... un beso viene, y un beso va.. no pasa nada, y si si nos gustamos pues.. esto sera bueno para ambos, ¿no crees?-dijo Thomas. Violet se puso nerviosa, y empezó a reír, -tal vez tengas razon-le dijo ella a Thomas, de tal manera aceptando la propuesta.
Al final del pasillo del avión venían dos azafatas con el carrito de comidas, y mientras Violet y Thomas se sonreían el uno al otro, una de las azafatas le pregunta a Violet que queria comer. -¿comida? Dios gracias, creí que moriría de hambre.-dijo Violet. Tomó su comida, al igual que Thomas y Cameron. -si morías de hambre, ¿por qué no me lo dijiste? Pude haber intentado conseguirte algo - dijo Thomas. - hahaha, no quería incomodarte- dijo Violet, -y creo que lo del beso se aplazara ya que no creo que quieras sabor de sándwich en tu boca- le dijo a Thomas. -hahaha, es cierto, yo solo quiero el sabor de tus labios - dijo Thomas, con su casual y coqueta voz. Violet sonrió, y empezo a comer su sándwich.
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Quiero amarte.
Teen FictionViolet, una chica de 19 años, ciudadana de Toronto, Canadá. comida, bienestar, música y diversión, era lo único que ella creía necesitar, hasta que empezó a sentir una necesidad inexplicable. empezó a preguntarse muchas cosas, plantearse varias idea...