"Él parece un monito," dijo Taehyung, mirando al bebé. Se veía rojo y feo, para nada como los lindos bebés que había visto en la televisión.
Claire sonrió, a pesar de que todavía se veía agotada. "Todos los recién nacidos parecen monitos." Levantó al bebé hacia él. "Vamos, tómalo."
Él dudó, mirando al bebé con inquietud. Parecía tan frágil. "Lo dejaré caer. O lo lastimaré."
"No seas tonto, no lo harás. Vamos."
Tentativamente, Taehyung tomó al bebé de ella. Joder, esto era diminuto. Esto no pesaba nada. No, no esto: él. Su hijo.
"Ey," dijo, aclarándose la garganta. "Ey, bebé."
El niño abrió los ojos legañosos y Taehyung dejó de respirar. Sus ojos eran azul profundo. "Él tiene ojos azules."
"La mayoría de los recién nacidos tienen los ojos azules. El color probablemente cambie. Ninguno de nosotros tiene ojos azules."
Taehyung acarició el oscuro pelo en la cabeza del bebé. Esperaba que el color no cambiara.
"Claire necesita descansar," el médico de Claire intervino. "Deme su hijo a mí, Sr. Kim."
Taehyung hizo lo que se le dijo.
Claire le sonrió con cansancio y estiró su mano. Él la tomó y la apretó.
La mirada que ella le dio era tentativa. "¿Estás feliz?"
Taehyung sonrió. "Por supuesto que lo estoy." Le echó un vistazo al doctor. "Duerme algo. Debes estar exhausta." Se inclinó para besarla brevemente, sonrió de nuevo y dejó la habitación.
Tan pronto como estuvo fuera, su sonrisa se desvaneció.
Dios, era agotador. Él no era un mentiroso natural como Jungkook –esa pequeña-polla podría mirar a alguien a los ojos y entregar una completa mierda absoluta sin inmutarse. No tenía ni idea de cómo Jungkook pudiera hacerlo. Para Taehyung era mentalmente agotador poner una cara feliz y estar animado y toda esa mierda constantemente. Si no fuera por Claire, ni se hubiera molestado, pero ella se preocupaba demasiado y él no quería entristecer a una mujer embarazada. Ella no necesitaba saber cómo de arruinado estaba en su cabeza. Cuán absolutamente patético era. Habían pasado meses, por Dios santo. No se suponía que todavía se sintiera con ganas de acurrucarse en una pelota, cerrar los ojos y esperar que todo fuera únicamente un mal sueño y Hoseok no estuviera fuera de su vida para siempre.
Para siempre.
Su garganta se cerró y Taehyung empezó a caminar más rápido. Quería aire fresco. Odiaba los hospitales. Odiaba que cada hombre, de pelo oscuro con una bata blanca hiciera que su aliento vacilase. Era jodidamente estúpido. Hoseok raramente usaba batas blancas; él prefería evitarlas. Pero quizás Hoseok las usara ahora. No es como si él lo sabría.
Afirmando su mandíbula, Taehyung abrió la puerta principal y salió.
Estaba lloviendo, una miserable fría lluvia de noviembre, pero la lluvia no parecía amedrentar a los periodistas que habían estado acechándolo.
Haciendo una mueca, Taehyung encaró hacia su coche. Empujó micrófonos sacándoselos de su cara mientras caminaba, haciendo todo lo posible para ignorar las preguntas que le gritaban desde todas las direcciones.
"Taehyung, ¿Cuál es el nombre de tu hijo?"
"Taehyung, ¿Qué piensas del brillante debut de tu hermano en la Selección Nacional de Inglaterra?"
"Taehyung, ¿Qué piensas de las posibilidades del Chelsea de ganar la liga tras el empate con el Manchester United?"
"Taehyung, ¿Vas a casarte con tu novia?"
"Taehyung, ¿Todavía te molesta que tu hermano tenga tu posición en el ala izquierda?"
"Taehyung, ¿Has-"
Él se metió en su coche, cerró la puerta en la cara del reportero y la trabó con dedos temblorosos. Sin inmutarse, los periodistas siguieron golpeando la ventana y gritando algo. Taehyung Taehyung Taehyung Taehyung.
Sintiéndose ahogado, Tae jaló de su cuello, pero su camisa no tenía cuello. Él no estaba ahogándose; todo estaba en su cabeza.
Se dejó caer en el asiento, mirando la lluvia golpear contra el parabrisas y tratando de fingir que el vacío enorme en su pecho no existía.
¿No se suponía que ya estuviera mejor?
Tal vez el próximo mes, Taehyung se dijo a sí mismo –lo mismo que se había dicho el mes anterior.