Fort observaba a su predestinado desde el tercer piso a través de la ventana, estaba seguro que podía admirar la belleza del omega durante horas.
—Fort —habló una omega mientras tocaba el hombro del más alto.
El pelinegro volteó a ver a la omega unos instantes antes de volver a dirigir su vista hacia el patio donde su omega estaba corriendo y haciendo diferentes actividades deportivas junto a demás compañeros.
—¿Qué necesitas, Yarise? —cuestionó para no ignorarla.
La omega soltó un pequeño suspiro —¿Quieres ir al karaoke con unos amigos saliendo de clases?
—Ya tengo planes con Peat.
—Oh... Últimamente pasas mucho tiempo con él, hay rumores de que son novios y más porque Wasuthorn dice que será tu esposo —mencionó con una sonrisa avergonzada.
Fort soltó un chasquido —¿Peat no mencionó que yo lo voy a mantener?
Yarise miró con sorpresa al contrario —¿Qué dices?
—Mi relación con Peat no llegará a un simple noviazgo, él será mi esposo y yo lo voy a mantener, así que Peat puede alardear todo lo que quiera —dirigió su mirada a la chica para verla fijamente —¿Tienes algún problema con eso?
Agachó su cabeza —Yo... No. Solo decía los rumores que hay, lo siento.
—Vete
—Espera, uhg... ¿Por qué estás con Wasuthorn? Él es muy torpe y no puede realizar tareas que hacen todos los omegas —soltó un pequeño suspiro —¿Es por su lindo rostro?
—Peat es más que una cara bonita, tal vez sea un tonto pero tiene un corazón tan noble... Él es una persona que entrega su corazón a cada cosa que hace. No puedo explicarte en una sola oración el porqué elegí estar con él a pesar de su torpeza —respondió antes de alejarse de la ventana, dejando confundida a la chica.
—¿Enserio le gusta Peat Wasuthorn?
Fort caminaba rumbo al patio para felicitar a su omega por no caerse ni una sola vez en su clase de educación física.
—¡Hemos terminado por hoy!
El castaño cayó rendido en la pista tratando de recuperar el aire, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro al ver a su alfa acercándose a él. Se levantó del suelo con las pocas fuerzas que tenía para correr hacia Fort, pero debido al cansancio sus piernas fallaron y terminó en el suelo.
Fort corrió a auxiliarlo —Peat, ¿estás bien? —cuestionó mientras ayudaba al castaño a tomar asiento.
—Oh, no... Mis rodillas están nuevamente raspadas —mencionó mientras hacía un pequeño mohín.
El alfa sacó del bolsillo de su camiseta un par de curitas —Para tu suerte, vengo preparado.
—¡Tienen dibujos! —exclamó con felicidad al ver el estampado de las curitas —Quiero esta de animales.
Fort asintió procediendo a colocar las curitas en las rodillas de Peat —¿Siempre has estado delgado?
—Uh... Creo que sí, ¿Me invitaras a comer?
—Sí, solo buscaba una excusa —admitió con un poco de pena.
—Hay que ir a comer hamburguesas, ¿Si?
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.
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—Ten cuidado con la charola, ¿Si? —habló Fort dándole el objeto al castaño.
—No, me puedo caer o se me puede resbalar... Mejor llévala tú —dijo Peat mientras metía sus manos debajo de su suéter.
Fort negó —Confío en ti, lleva la charola a la mesa.
El omega con algo de nervios tomó entre sus manos la charola con su orden y dio una última mirada a su alfa antes de comenzar a caminar con mucho cuidado hasta su mesa asignada, cuando llegó a la mesa sin caerse sonrió con orgullo.
Dejó la charola en la mesa antes de volver a ver a Fort —¡Fortie, lo logré!
—Mereces un premio
—Quiero como premio que me asignes un apodo lindo —mencionó tomando asiento con ayuda del contrario.
Fort tomó asiento frente al castaño —¿Un apodo? Tu apodo es omega tonto.
—No me gusta ese apodo, todos me dicen así y no es lindo. Me hace sentir mal —expresó con cierta molestia —aunque a veces siento lindo cuando me dices así, pero me es inevitable no sentirme mal después.
«¿Por qué no me di cuenta antes? Soy un pésimo alfa»
—¿Me das tiempo para pensar en un apodo lindo? —preguntó con timidez.
Peat, quien comía su hamburguesa muy a gusto asintió —Tómate tu tiempo.
—Tus ojitos son hermosos, son como los de un cachorro —comentó.
—Si no tuviera ojos de cachorro, ¿me seguirías queriendo?
—Te amo, incluso si un día te casas con otro te seguiré amando —respondió bebiendo un poco de refresco.
Peat frunció su ceño —¡Seré tu esposo! No me casaré con nadie que no seas tú, ¿Ya te arrepentiste? —preguntó con un tono triste.
—Serás mi esposo, simplemente quería darte a entender que si te llegas a casar con alguien más, yo te seguiré amando sin importar qué.
—Fort... Debes mejorar a la hora de decir cosas lindas, mi lobito se siente mal.
—Voy a mejorar pero tú prométeme que cada que alguien te haga sentir mal me lo dirás y yo me arreglaré con ellos —habló con una pequeña sonrisa.
Peat sonrió —Mi alfa se convertirá en un matón.
El alfa lo ignoró ya que estaba concentrado viendo su brazo —Osito de miel... —el castaño hizo una mueca de confusión —¿Te gusta, osito de miel?
—¿Osito de miel? —cuestionó y vio al pelinegro asentir —¿Son galletas?
—Osito de miel... ¿Te gusta ese apodo?
El omega sintió sus mejillas calientes —¿Por qué osito de miel?
Fort apuntó su tatuaje —Osito por este dibujo que me hiciste en mi yeso y miel por tus ojos tan lindos.
—Seré osito de miel —dijo con felicidad.
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Seré el esposo de Thitipong - FortPeat (Omegaverse)
أدب الهواة-Cuidado, Wasuthorn. Puedes ocasionar un desastre y no tienes dinero para pagar -Cuando Fort sea mi esposo no me preocuparé de eso -dijo sonriendo con orgullo Historia que complementa "El esposo de Thitipong" . . . Adaptación autorizada de "Seré el...