(Yo soy Betty la fea, headcanon):
Daniel Valencia, el enigmático y reservado antagonista de la novela "Yo soy Betty la fea", no deja de cautivar a los televidentes. Todo sobre él era un misterio, lo que lo hacía más intrigante. Este libro intentará...
Daniel solía tener la costumbre de comerse las uñas, especialmente durante los momentos estresantes de sus estudios, lo que solía provocar regaños por parte de su madre al ver sus uñas destrozadas. Tras el fallecimiento de sus padres, logró dejar atrás esta costumbre rutinaria, aunque conservó el hábito de hacerlo como forma de reflexión o cuando se encontraba distraído. Sin embargo, nunca lo mostró en público, al menos no delante de la familia Mendoza ni ante los medios.
Su hermana menor, María Beatriz, tenía la tarea de revisar constantemente el estado de las manos de Daniel en busca de daños en sus uñas, lo que llevaba a que él intentara mantenerse alejado de ella con frecuencia.
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Costumbre N°2:
Por las mañanas, antes de dirigirse a su oficina o asistir a alguna reunión de la junta directiva de Ecomoda, solía realizar una serie de ejercicios en su espaciosa habitación. Entre ellos, destacaban la plancha dinámica, el cangrejo alterno, la lagartija, el burpee y otros que se consideraban muy exigentes y agotadores.
Al final del capítulo se muestra ejemplos de dichos ejercicios.
Costumbre N°3:
En cualquier situación y lugar, Daniel tiene la costumbre de consultar su reloj. Es extremadamente exigente con el horario como también de la puntualidad. Este hábito lo heredó de su madre, una mujer aficionada por la puntualidad y la meticulosidad.
Costumbre N°4:
En su infancia, creció observando cómo su padre consentía a su hermana menor, Marcela Valencia, otorgándole un dulce cada vez que regresaba del trabajo. Después del fallecimiento de su padre, Daniel decidió continuar con esta hermosa tradición y comenzó a llevarle una paleta a su hermana como muestra de cariño, incluso cuando ya era adulta, convirtiéndose en una costumbre privada que sólo ellos sabían.
Costumbre N°5:
Desde el nacimiento de María Beatriz, la menor de los hermanos Valencia, su madre siempre la consintió, satisfaciendo todos sus deseos. Y tras la trágica pérdida de su madre, Daniel adoptó la costumbre de complacerla en todo, a pesar de no tener mucha cercanía con ella y detestar verla malcriada.
