Chapter 1

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18 de Agosto, 2017
16:20 de la tarde

Kokonoi caminaba tranquilamente por los pasillos de aquel gran edificio que tenían como sede en la mafia. "Tranquilamente" su cabeza estaba flotando entre las nubes, pensando seriamente en cómo llegó hasta ese punto de su vida. Se dirigía al sótano, por lo cual entró al elevador y marcó el subsuelo 1.

Al llegar, se encontró con el trío de lunáticos... Los hermanos Haitani, Ran y Rindou, y Haruchiyo Sanzu. Frente a estos se encontraba un hombre desnudo, colgado de cabeza, con un tiro en sus piernas y brazos, al igual que un cuchillo clavado cerca de su entrepierna, amordazado; los miraba aterrado mientras trataba de suplicar con su vida.

—No entiendo que le ven de divertido a torturar gente, ¿no sería más fácil solo pegarlo un tiro en cada  pierna para que hable?—Mencionó el peliblanco.

Hajime observaba atentamente, a otros dos hombres que estaban colgados de la misma manera con dos diferencias, muertos y con la lengua cortada ambos. Un intento de tortura psicológica que usaban con el que creían que sabía más. Aunque sus opciones eran escasas; si no hablaba entonces las torturas aumentarían hasta llegar a una muerte lenta y dolorosa, si hablaba su muerte ocurría pero sería más rápida.

Sanzu lo observó con fastidio, sabía que aquel tipo que se encargaba de cuidar sus negocios y riquezas siempre opinaba así, le causaban repulsión sus palabras. ¿Quien se creía que era? Son miembros de Bonten, la mafia más peligrosa del país... Y aún así quería actuar como en la juventud en Tenjiku, que solo eran mocosos disparando a otros mocosos. Ya no era así, pero sabía que a Hajime le costaba aceptarlo por algo. O mejor dicho, alguien.

Dos rubios, uno que portaba un tatuaje en su cabeza y otro de cabello ligeramente largo, se encontraban terminando de arreglar una moto

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Dos rubios, uno que portaba un tatuaje en su cabeza y otro de cabello ligeramente largo, se encontraban terminando de arreglar una moto. Ken Ryuguji, el dueño de la tienda "S.S Motors", quien portaba el famoso tatuaje de dragón, se levantó del suelo totalmente exhausto. Miró al rubio de la cicatriz con una suave sonrisa mientras recogía sus pertenencias.

—¿Hoy cerraras tú, Seishu?— Preguntaba en suave tono, mientras observaba que el chico seguía terminando de reparar aquella motocicleta.

—Así es.

Draken sabía que Seishu odiaba dejar los trabajos a medias, probablemente esa fue la principal razón por la cual lo contrato. Suspiró con pereza y se acercó a revolver el cabello de chico.

—Entonces cuídate, ¿bien? Yo ya debo irme. Tengo que pasar por el estudio de Mitsuya para tomarme unas medidas, me usará de modelo mientras Hakkai no está.

Aquellas palabras, solo causaron un pequeña risa en el muchacho de la cicatriz que asintió, comprendiendo fácilmente que su cercano amigo diseñador, era un tanto estrictos con sus modelos. Por eso tenía cierta preferencia con tres personas; Hinata Tachibana, Hakkai Shiba y Draken. Ellos eran los únicos a los cuales quería como modelos para las prendas que hiciera.

El precio de dos corazones -  [Kokonui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora