That's My Type - Brady Noon

Buena Suerte

Era sábado por la tarde y seguiría durmiendo si es que no fuera por mi hermano Joaquín.

- Celeste, sal de tu cueva, tengo que hablar contigo -dijo casi gritando-

- Carajo -murmuré por lo bajo- ¡ya voy! -dije cansada pero poniéndome de pie-

- Papá a alquilado por un mes una casa de campo, nos dijo que podíamos invitar cada uno a alguien -dijo relajado entre bostezos-

- Dale, mmm, voy con Sarah, ¿y tú? -dije algo emocionada-

- Voy con Noon -aseguró-

- ¿Noon? -dije entrecerrando mis ojos e inclinando mi cabeza a un lado-

- Noon, Brady Noon, duh -dijo obvio mientras mostraba una sonrisa ridícula-

- Como sea, ¿cuando nos vamos? -dije pasando mi mano por mi cara, todavía con sueño-

- Mañana por la mañana, a las diez en punto deberían de llegar -dijo y luego tomó un sorbo de agua-

- ¿Por la mañana?, ay no... voy a seguir durmiendo -dije aburrida mientras me dirigía a mi cuarto-

- Si, mejor, ya no soportaba ver tanto tiempo tu cara -dijo señalando mi rostro-

- Y pensar que según un amigo tuyo somos muy parecidos... solo ten cuidado con los comentarios acerca de mi rostro -dije haciendo una sonrisa fingida-

- ¿Quién te dijo eso? y... ¿desde cuándo te hablas con alguno de mis amigos? -dijo algo aturdido-

- No lo sé hermanito, el sueño me llama -dije cerrando la puerta de mi dormitorio y tirándome en mi cama-

Al despertar vi la hora por mi celular, eran las 8:30 a.m., vaya que tenía sueño, me había dormido hasta el día siguiente.
Me bañé, me alisté, me arreglé y cuando iba a bajar para desayunar, veo a mi padre, Adam, abriendo la puerta.

- Hola cariño, te iba a despertar pero veo que ya estás lista -dijo casual-

- Si pa, ah y Joaquín ya me contó lo de hoy, voy a bajar para desayunar -dije algo emocionada-

- Lo que tu digas -dijo mientras subía las escaleras-

Bajé las escaleras con rapidez, desayuné y entré al baño para lavarme los dientes, al verme por última vez en el espejo, entré a mi dormitorio y agarré mi celular.
Me senté en el sillón y a los minutos bajaron todos, menos mi madre, Olivia, ya que ella se fue hoy a vivir con mis abuelos hace unas semanas porque quería asegurarse que estén bien.

Revisé por segunda vez mi celular, eran las 9:54 a.m.
A los segundos, tocaron el timbre, por fin había llegado Sarah, así que fui rápidamente para abrir la puerta, pero me llevé una sorpresa.

- Ey Celeste, ¿qué tal? -dijo con una sonrisa amigable-

- Hola Brady, bien, bien, que puntual, eh -dije observando como sus ojos verdes por la luz del sol se ponían aún más claros-

- Si, no te acostumbres -rió el castaño casi inauduble-

- Pasa -dije sonriendo y moviéndome para que el pueda ingresar a mi casa-

- Gracias -susurró cerca mío-

- Mi hermano está en su cuarto, ven, te enseño donde queda -dije amable-

- Uy, solo si quieres -dijo viéndome otra vez a los ojos y asintió suavemente, yo levanté los hombros y también le devolví la sonrisa, minimizando el favor-