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Parte 2

No tuve suerte, ni siquiera un poco.

Dos días después volvimos a clases, y en el primer receso, cuando fui al baño, Zee me agarró del cuello de mi camisa, empujándome contra la pared.

―Nunew es olvidadizo y ya no le importa que nos hayas espiado ―comenzó a decir, su voz grave― pero sí vuelves a hacer eso, si escucho a mi novio llamándote otra vez cuando lo estoy follando, te arrancaré las bolas y haré que te las comas, Saran.

Se supone que cuando una persona te amenaza de esa forma, uno sólo debe asentir para que así te deje en paz, ¿no es así? Evitar algún conflicto como el que Zee me presentaba aquí. Pero era un estúpido alfa con un orgullo, que odiaba que le hicieran menos, y sus palabras volvieron a pegarme duro.

―Si me llamó, es porque quizás tú no se lo haces bien, Panich ―le dije, enfurecido por completo.

Zee, en lugar de enfurecerse y darme un golpe, como esperaba yo, sólo enarcó una ceja mientras una sonrisa burlona se extendía por su cara pálida.

Pensé, aturdido, que era un omega muy bonito: su piel parecía porcelana, perfecta y limpia, con ojos pequeños y ese cabello negro que estaba desordenado por completo. Era un poco más alto que yo, no mucho, delgado y con aspecto delicado.

Pero no tenía nada de delicado, honestamente.

―Conozco a Nunew desde los cinco años ―me dijo Zee, sin amedrentarse un poco―, y él y yo estamos unidos de forma que ustedes, tontos alfas, no van a entender jamás ―se alejó, chasqueando sus dedos― No eres una amenaza para mí, Max, jamás lo serás.

Quise replicarle y decirle todo lo contrario, pero supe manejar lo suficiente mi orgullo alfa para callarme y verlo salir.

Aunque cuando Nat apareció al finalizar las clases, colgándose de mí, consideré preguntarle muchas cosas que me estaban comiendo por dentro. La curiosidad estaba siendo demasiado grande, honestamente. Y Nat estaba muy, muy feliz de tener algo así como un alfa –novio– que le cuidara para que ya no le molestaran. Me sorprendía, por otro lado, ver cómo Nat y Nunew eran tan distintos entre sí.

―Oye, ¿Natie? ―le dije cuando comenzamos a caminar.

―¿Sí, P'Max? ―preguntó.

―Um... ¿cómo Nunew y Zee comenzaron a salir?

―Oh ―Nat me tomó el brazo― ¿Puedo agarrarte la mano?

Lo miré, algo sorprendido por su pregunta, pero su mirada parecía decirme algo como ‹‹dame la mano y te lo diré todo››. Asentí en silencio y Nat no tardó en entrecruzar sus dedos junto a los míos, sonriendo por el entusiasmo.

―¿Somos novios? ―pregunté.

―¡Me estás cortejando pero todavía no te acepto! ―dijo Nat, orgulloso.

Sonreí inevitablemente por sus palabras, pensando en lo bonito que lucía el omega de esa forma, tan feliz con algo tan pequeño.

―¿Entonces...?

―Ah ―rascó su nuca― Según lo que sé y me ha contado Nu, Zee llegó acá con tres años, pero... uh... no se conocieron hasta que tuvieron cinco años. Zee tuvo un accidente de coche, su mamá murió y él quedó muy grave, demasiado grave, y necesitaba una transferencia de sangre, pero su tipo es muy rara, AB menos.

"Nunew también tiene ese tipo de sangre, así que papá se ofreció a que su hijo fuera donante, ya sabes, papá es alfa de la manada y debe preocuparse de cuidarnos a todos. Así que Nu le donó sangre, pero... supongo que... ―Nat titubeó un instante― supongo que nadie esperaba que ellos forjaran un lazo."

DANCE TO THISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora