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La pareja perfecta desde secundaria, hasta que la joven ____ se vio obligada a terminarle a la persona que más amaba sin explicación alguna, dejando al pobre novato policial tan herido y solo por la desaparición de su amada, sin saber que el...
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Un muchacho que pertenece a la banda de narcos Áspid estaba ahora de rodillas, temblando de miedo mientras observaba la mirada penetrante que le transmitía su jefe delante de él sentado en su silla giratoria y una mano sobre su escritorio. Ambos se encontraban en la lujosa y grande oficina del señor Gian con colores dorados y y negros
(Pa que se hagan una idea:)
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El brasileño presentía que su muerte se acercaba y quizás así era, pues su color pálido del miedo lo delataba al igual que sus piernas temblando y la seriedad penetrante del contrario era para cagarse de miedo ahí mismo, ninguno de los dos decía alguna palabra pero la tensión y el medio era bastante obvio
Su respiración se acelero del miedo, rápidamente agacho su torso, colocando sus antebrazos en el suelo y se arrodillo aun más de lo que ya estaba en señal de perdón y respeto por su actitud de incertidumbre hacia su jefe
—¡Perdóneme señor!— grito con su voz llena de temblor—Fue un error mío, juro que nunca más lo volveré hacer!!— Continuo rogando por su vida
El superior solo se quedo viéndolo de una manera silenciosamente amenazante. Pobre infeliz... Fue lo que pensó antes de levantarse de su silla y caminar hacia al muchacho, quedando frente a él con su postura firme y este levantaba su cabeza con sus pocas lagrimas que empaparon sus pestañas
—Señor! por favor... le prometo que no volverá a-— Junto sus manos en señal de piedad y perdón —En primer lugar ni debiste haber pensado en eso...— Fue lo que respondió ante su suplica mirándolo desde arriba
—Yo la traje personalmente, ni si quiera debías tocarle un pelo...— Continuo rápidamente, levantando su mano y chasqueando sus dedos, dándole una orden al mayordomo el cual se acerco con un cojín que contenía una brillante y filosa katana
El miedo en el muchacho de 26 años creio aun más, pues sabia que el señor Gian no solo era conocido por vender millones de drogas en todo el mundo, también por sus formas despiadadas de asesinar a cualquier persona que se entrometía en su vida o le causaba un enojo que traspasa su línea
