Capítulo 30: Alianzas.

1.4K 159 37
                                    

Narrador omnisciente.

La asustadiza joven camina por el bosque en medio de la noche, el cielo carece de alguna luz que indique vida, aquella oscuridad le producía pánico y miedo, pensaba que en cualquier momento su señor Caín se le aparecería, una parte de su ser deseaba que él estuviera allí, junto a ella, que la oscuridad fuera una tentación para él y la tomara como ella tanto anhelaba, que la acorrale con pasión y levantara su falda, pero aquel ser frágil e insignificante no poseía valor absoluto en el entorno de su Rey, aquel hombre era inalcanzable para ella y ahora era imposible que fuera vista, ni siquiera las concubinas de su señor eran usadas o clamadas por atención, él las dejo de lado, las desecho, todo por la llegada de ella, de la gran obsesión de su señor, de la mujer de cabellos del color del fuego y del amanecer, desde su llegada la actitud del rey de Singora cambió. 

La muchacha siguió su camino, observo los arboles y se pregunto si ya había pasado por ese lugar con anterioridad. No dudo, saco de su pequeña faltriquera un pedazo de papel de pergamino, y una pequeña piedra brillante que le permitió alumbrar la hoja. Ella se dio cuenta que estaba cerca del lugar que indicaba el mapa, se emocionó porque consiguió un logro que había estado buscando desde hace un tiempo. Había planeado esta jugada desde hace poco, o mejor dicho cuando se entero, quería darle la sorpresa a su señor.

Ella guarda el mapa y sigue el camino indicando. Sonrió en la oscuridad cuando vio el comienzo de un risco, estaba en el lugar indicado. Alumbró el suelo de tierra, las hojas caídas de los arboles y ramas esparcidas le estorbaban en su búsqueda, ella se enfoco en descubrir por ella misma cual seria el lugar correcto en el suelo, cuya accion le tomó algunos minutos largos hasta que pisó con fuerza en el suelo, un sonido sordo y metálico crujió bajo sus pies. Ella suspiro de alivio, casi saboreo la victoria. Se arrodillo en el suelo y comenzó a limpiar el área con sus manos, el desespero era evidente, quería llegar lo más pronto posible, tal vez, solo tal vez, su señor la premiaría, ella estaba dispuesta a todo y solo quería un poco de atención de su rey, necesitaba solo una vez sentirlo como de ella y clamar su nombre toda la noche.

Se apresuro a seguir escarbando la superficie de ramas y maleza hasta que se topo con el primer símbolo, siguió en su trabajo y el siguiente símbolo apareció, luego otro, luego otro y en total fueron cuatro. Cuatro símbolos equivalía a 4 generaciones.

Despejo toda la suciedad, era un honor tener frente a ella a una divinidad tan preciada, aquella divinidad siempre quiso salir de su hogar hasta este reino, nunca se imagino que terminaría en esa situación, recluida en ese lugar. La muchacha saco de su bota una pequeña daga, ella deseaba que la accion que ella quería ejecutar serviría, una parta de ella sabia que seria imposible que funcionara, no podría surgir efecto, ella no era parte de la generación de descendientes.

Pero con terquedad paso la hoja de la daga contra la palma de su mano y dejo caer sangre en los símbolos que se encontraba en la tapa metálica del suelo. Observo que no funciono, pero no quiso rendirse tan pronto, volvió a pasar la hoja en otro corte profundo y repitió la misma acción y nada paso. Ella se sentía frustrada. De su faltriquera saco un pequeño frasco de vidrio dentro de aquel objeto se encontraba un pedazo de tela y un poco de agua. Ella vertió el escaso liquido en uno de los símbolos y observo como este se alumbra y el agua rociada se evapora. 

Ella se levanta desanimada, quería hacer esto por ella misma, pero tendría que estar presente un tercero y eso ella no quería. Le había costado obtener esa tela con unas gotas de sangre seca de aquella persona que una vez tuvo un percance con un caballo y tuvo que ser sanada y de ahí obtuvo la muestra de sangre. No quería que ella estuviera presente, quería llevarse todo el merito y ser felicitada por su señor. Pero esta misión era casi imposible hacerlo sin ella, la necesitaba y tendría que buscar la manera de atraerla hasta aquí sin que sospechara su rey.

Singora (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora