⋆⠀⠀CONTRATIEMPO . akikasa

━━⠀⠀Chapter one .◝

Parado frente a la residencia, en aquella misma donde pasó sus años de infancia y adolescencia; siendo ahora el hogar que de vez en cuando visita para ver a su familia. Él, Tenma Tsukasa; un actualmente adulto de 21 años yace frente a la puerta de la casa, con su mano extendida en el aire, vacilante ante el timbre que a escasos centímetros estaba del índice. Con su cuerpo estático, mediante su mente a gritos le dice "Mejor vete ahora, aún estás a tiempo de correr y de mudarte del país".

Por más que aquella idea le llamase, sabe bien que no es la opción por la que debe de optar, mucho menos ahora.

Son exactamente las 10:00 AM. Horario en el cual acordó verse con su familia en dicha casa, más específicamente con sus hermanos menores dado a que sus progenitores se hallaban de viaje. En cierto modo aquel hecho le reconfortaba un poco, pues ciertamente, la idea de que ellos estuvieran presentes cuando él diera "la noticia" realmente le hacía ponerse los pelos de punta, y un sinfín de escenarios desastrosos surcaron su mente. No tiene deseos de que tales escenarios se hagan realidad.

"Vamos, Tsukasa, ¡Solo toca el maldito timbre!"

Su mente estaba en debate, dudando entre si afrontar las consecuencias de sus actos y dar "la noticia" o dejar que la cobardía le ganase. Fueron un par de segundos, antes de que tomase un poco de coraje y, finalmente, su dedo tocara el timbre de la casa.

—De acuerdo... — Murmura para sí mismo —Solo cálmate. Manten la calma, Tenma Tsukasa, solo tienes que hablar con ellos, después veremos qué hacer...

Sí, solo era eso: respirar, calmarse y...

—¡Hermanito!

"¡Corre! ¡Corre lejos, cámbiate el nombre y vete a vivir a Australia!"

Sus impulsos son completamente ignorados, en lo que su vista se enfoca en la figura femenina que hace acto de presencia luego de ser la puerta abierta: una jovencita rubia con puntas rosadas, similares a las que él porta en su propio cabello, sumado a unos luceros rosados y relucientes que, por un breve momento, le transmitieron un aire de calma, que al instante se torna en miedo por ese mismo hecho: de ver a los ojos de su hermana, de su querida hermana menor que ahora estaba ahí, por ende escape alguno ya dejó de existir para él.

—¡Saki! — El muchacho de iris ámbar se fuerza por esbozar una sonrisa, misma que tiembla y provoca que destaque ante el hecho de no ser una de sus sonrisas tan características de sí; al contrario de verse tan radiante y rebosante de confianza, se daba a relucir como una mueca que destaca el nerviosismo que en su ser está a flor de piel.

Aunque no lo pareciera, el Tenma mayor estaba haciendo su mejor esfuerzo por disimular, al menos los primeros minutos antes de ir directo al grano y dar la razón de su llegada inesperada al hogar.

—Pasa, hermanito; Toya y yo preparamos algo de té en la sala, así estaremos más cómodos y tranquilos para que no cuentes sobre la noticia tan importante que tienes para nosotros. — Informa la chica menor sonriendo dulcemente.

En su habla denota la gentileza de la jovencita rubia, pese a sentir algo de nervios de igual manera, dado que hace unas pocas horas había recibido el llamado de su hermano mayor, diciendo no más que tenía algo importante de que hablar con ella y su otro hermano, Toya. Fue abrupto, despertarse a las ocho de la mañana por el resonar del teléfono y posteriormente escuchar la voz medio alterada de su adverso resonando desde el otro laso de la línea y sin querer aun darle el motivo; solo tocándole esperar a que el mismo Tsukasa viniese a su casa a contarle lo que estaba ocurriendo con él.
Solo rezaba porque no fuese algo realmente grave.

Ambos rubios ingresan al hogar, cerrando la puerta detrás de sí antes de dirigirse hacia la sala, en donde a su espera yace un joven muchacho de cabello dividido en dos tonos de azul; la vista de éste rápidamente se desvía hacia los dos mayores, saludando al rubio más alto sonriendo suavemente. Aunque, al igual que Saki, estaba ansioso y con la curiosidad carcomiéndole internamente por lo que sea que el mayor les fuera a contar.