3.

477 56 13
                                    

Vasílissa se encontraba mirando con nostalgia aquel árbol, que alguna vez fue aquella amiga muy importante para ella, Talía.

Suspiró, porque aunque le costaba demostrar sus sentimientos, lo intentaba. Se dió la vuelta y volvió a dirigirse hacia donde se encontraban Grover y Percy, escuchando parte de su conversación.

─Es la semidiosa más valiente que conocí, peleó con valentía y su destino fue la de una heroína.─defendió a Talía, de la cizaña del rubio, llegando finalmente a dónde estaban ellos.

─Tuvo el destino de un pino.─respondió el ojiazul, ofendiendo mucho a la chica y haciendo que Grover lo mire con una mueca.

─Y tú tendrás el destino de un pez devorado por un tiburón si no cierras tu estúpida boca, risitos de oro.─amenazó enojada, dando un paso adelante y haciendo que Percy dé unos pasos atrás, tropezando y cayendo sentado sobre la hierva.─ Adivina quién es el tiburón, así que mejor o te acoplas o te acoplas, ¿Entendiste?.

Le dió una última mirada fulminante a Percy, para luego darse la vuelta y empezar a caminar. Esperando a ser seguida por los otros dos.

Se dirigieron a la ciudad, y tomaron un taxi hacia donde tomarían el bus, el conductor trató de cobrarles más, al ver que solo eran niños. Lili iba a pagar, pero Percy no la dejó, sabiendo que era un precio demasiado exagerado y yéndose a otro taxi, quien les dió un precio más moderado.

Cuando finalmente llegaron, Percy y Grover se sentaron juntos, y Lili al otro extremo. Los asientos eran dos juntos, así que la chica colocó las mochilas de los tres en el asiento de su lado, para que nadie se siente ahí.

Lili suspiró, cerrando los ojos tratando de descansar. Tenía menos estrés y se sentía menos cansada en el campamento,
maldito rulitos.

Y en eso, Percy la observaba, con una pequeña sonrisa embobada. No sabía que le pasaba, porque sonreía al ver dormir a la chica que lo amenazó, simplemente lo hacía. No pensaba nada más que en verla durmiendo.

─¿Te gusta Lili?.─escuchó la pregunta de Grover, quien le había estado hablando duránte unos minutos y había sido completamente ignorado por su amigo.

─¿Qué? No, ¿Qué dices?.─Percy salió de su trance y miró a Grover con un ceño fruncido, fingiendo demencia.

─¿Y por qué me ignoraste durante minutos, solo por qué la veías mientras sonreias?.─le preguntó con una pequeña sonrisa.

El rubio solo se sonrojó, y desvió la mirada sin decir nada.

─No puede ser, te gusta una hija de Afrodita. Tienes competencia.─habló divertido, sacando una bolsa de papitas y abriéndolas, comiendo y ofreciéndole una a su amigo, quien tomó una y la llevó a su boca.

─¿A qué te refieres con eso?.─preguntó confundido, masticando la papa.

─Bien, no negaste que te gusta. Así que si, Lili te gusta.

─Pero tampoco lo admití, ¿A qué te refieres con que tengo competencia?.─preguntó cruzándose de brazos y acomodándose en su lugar, dándole una mirada de reojo a la pelirroja quien aparentemente estaba dormida.

Aparentemente, ya que Lili en ningún momento estuvo dormida. Solo descansó sus ojos, durante varios minutos.

─Es hija de Afrodita, muchos están detrás de ella. Y fue más la cantidad desde que fue reclamada, te convertiste parte de ese grupito.─habló Grover tranquilamente.

─¿Y tú eres parte de ese grupito?.─Grover le dió una mirada juzgona a Percy, la mirada que Lili le había enseñado.

─Por supuesto que no. Soy parte del grupito de seres queridos de Vasílissa.─presumió con una sonrisa, mientras comía más papitas, eran las últimas.

𝐴𝑡𝑒𝑙𝑖𝑠 || 𝑷𝒆𝒓𝒄𝒚 𝑱𝒂𝒄𝒌𝒔𝒐𝒏 Where stories live. Discover now