POV. Camila
El árbitro marcaba tarjeta roja para Richard.
Este ya comenzaba a salir del campo y todos sus compañeros le mostraban su apoyo. Todos se acercaron, palmearon su hombro y dieron palabras de aliento.
En cuanto llegaba a banca abrí mis brazos. Gesticule un "ven aquí, mi vida".
Agradecía tanto en estos momentos ser parte del cuerpo técnico y deportivo.
Richard parecía realmente enojado aún así llegó a mis brazos, me abrazo cortamente y se dirigió a la banca. Si bien teníamos prohibido estas muestras de afecto en público, bueno más bien mientras entranaba o jugaba. Mientras tuviera que ver con el club teníamos que contenernos.
Sabia perfectamente que estaba muy enojado pero eso no significaba que no aceptaría mi apoyo, solo que ahora necesitaba estar un tiempo solo.
Me enfoque en el partido el cual no tardaron en parar ya que ahora le cometían una falta a Casares. Desde mi lugar trataba de descifrar que pasaba y al ver que no era algo tan grave decidí ir con Richard, en lo que el partido se renauraba hablaría con Richard, se que estaba molesto con el mismo.
Me senté a su lado y lo observe un momento, su mirada estaba perdida en el campo.
-Como estás?-. Pregunté sutil.
-Mal-. Su respuesta fue corta, casi seca.
Se notaba que no estaba listo para hablar pero tenía que hacerlo si quería sentirse mejor.
-Ven aquí-. Tome su cuello y lo acerque a mi pecho, recargue su cabeza en mi.
Podía notar que cada vez estaba menos tenso y su semblante cambiaba a uno triste, casi podía jurar que salió una pequeña lagrima.
-No fue tu culpa, fue un manotazo que diste al aire. No tenias ni idea que le pegarias a ese jugador.
Hablaba sin saber nada, la verdad. No estaba consciente si lo hizo apropósito o fue un accidente, aunque conozco a mi Richard se que no lo haría apropósito. A menos, que de verdad lo estén molestando mucho y no fue el caso.
-Fue por inercia-. Comente dándole caricias en sus cortos cabellos.
Richard seguía sin decir nada pero sabía que ahora no quería hablar, solo necesitaba saber que alguien lo comprende.
Iba a hablar de nuevo cuando el técnico me llamó y tuve que correr hacia el. Mi apoyo a Richard estaba bien pero a tal grado no. De nuevo, esto está prohibido aunque Jardine sabía que Richard necesitaba ese apoyo sobretodo de mi.
-Ya vuelvo, amor-. Besé su cabeza y este solo asintió.
Una vez con el técnico empezamos a hablar sobre el juego y los jugadores, a idear jugadas a donde tenía que ir cada uno. El llamó a varios de los jugadores y les daba indicaciones mientras yo le ayudaba en algunas cosas y tome a unos pocos jugadores y también les di indicaciones. Aunque mi mirada seguía atenta a Richard, quien seguía perdido.
Pregunte sobre Casares y al parecer todo estaba bien, se marcó la roja para el jugador contrario y la cara completa del club cambió. Teníamos que aprovechar esto.
De nuevo más indicaciones, Casares se acercó, preocupada pregunte por el y en sus propias palabras nos dijo que estaba al cien.
El juego volvió a empezar, ambos equipos con 10 jugadores.
Los doctores salieron del campo e inmediatamente me acerque a ellos, seguía algo preocupada por Casares y quienes mejor que ellos para decirme de su estado de salud. Y todo en orden, ya estaba más tranquila.